91. Curry Thai de Langostinos y Leche de Coco (25 min)

Vamos hoy con algún plato un poco más “contundente”, que ya nos va haciendo falta un poco de proteína. Con él, nos iniciamos con un ingrediente especial que a mí me encanta: la pasta de curry rojo. Este ingrediente, clave en la cocina India y tailandesa, ya es muy fácil de encontrar en grandes superficies, con lo que ya no será necesario que vayáis a  tiendas especializadas en productos asiáticos. Viene siempre en tarro de cristal y podréis encontrarlo con múltiples marcas. En mi caso, usé el de la marca Blue Dragon, que es el que encontraréis más fácilmente y es algo menos picante que otros que podáis encontrar en el mercado (tenedlo en cuenta si compráis otros, jejeje). Pues bien, dicho esto, vamos a ver qué es lo que necesitamos para nuestra primera receta con pasta de curry rojo:

  • 8 langostinos grandes, crudos (de los que nos quedaban en el congelador después de preparar el Guiso de Garbanzos y Langostinos)
  • 10 gr de apio (un tallo, del que habíamos empezado para la Ensalada de Atún con Yogur y Manzana Verde)
  • 35 gr de cebolleta picada (de la que habíamos empleado para la Ensalada de Salmón Marinado)
  • ½ diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva suave (o bien una de aceite de oliva y otra de girasol)
  • 2 cucharaditas de pasta de curry rojo
  • 1 lima (el zumo)
  • 200 ml de leche de coco (podéis comprar un bote grande y reservar el resto en la nevera, lo utilizaremos enseguida para la próxima receta).
  • 2 vainas de cardamomo (que teníamos en la despensa después de preparar los vasitos de arroz con leche)
  • 50 gr de arroz para guarnición
  • Cilantro fresco
  • Sal

Para preparar esta receta, lo primero que haremos será poner una olla pequeña a calentar, con abundante agua y un poco de sal, para cocer el arroz de guarnición según nos indique el fabricante. Esto nos supondrá unos 20 minutos de cocción que emplearemos para preparar el resto del plato.

Lo que haremos en segundo lugar será picar el  ajo y el apio, al que le habremos quitado las hebras y limpiado bien. Tras ello, cortaremos la cebolleta en tiras finas, de unos 3 mm de ancho por un par de centímetros de largo. Reservamos las verduras a un lado y vamos con los langostinos. Los pelaremos y quitaremos la cabeza y, si son grandes, los cortaremos por la mitad para que nos resulte cómodo tomarlos de un solo bocado. Los tapamos y reservamos en la nevera hasta el momento de usarlos.

Por último, en cuanto a los “preparativos” tendremos que picar cilantro fresco al gusto. Si no nos gusta mucho el sabor del cilantro, podemos omitirlo, pero la verdad es que le da un toque de frescura al plato y resalta su sabor. ¿Os digo un truco para picar el  cilantro y otras plantas similares (perejil, eneldo, etc.)? Pues ahí va, coged la cantidad que queráis utilizar y meterla entera en una taza. Coged ahora las tijeras de cocina y dar cortes a discreción dentro de la taza hasta que tengamos las hierbas picadas. Fácil, ¿eh?

Pues bien, ya lo tenemos casi todo listo, así que es momento para encender el otro fuego (en el primero todavía estará el arroz hirviendo). En este segundo fuego, que pondremos al 60% de potencia, pondremos el wok o una sartén profunda y añadiremos las dos cucharadas de aceite de oliva suave (o la mezcla que os decía al principio). Tan pronto esté caliente, añadiremos al wok la cebolleta y rehogaremos durante 1 minuto. Pasado éste, añadiremos el apio y el ajo y rehogaremos durante otro minuto. Ahora, llega el turno de añadir el curry, la leche de coco y el zumo de la lima; y dejaremos que la mezcla se cocine durante 5 minutos más. Probamos de sazón y corregirmos si es necesario. Si queremos que la mezcla nos quede más espesa, podéis dejarlo más tiempo, pero no menos ya que la pasta de curry necesita estar cocinada para que no resulte indigesta.

Ahora llega el toque final, si el arroz aún no está cocido, apagar el fuego del wok y esperar a que termine. Cuando el arroz esté listo, escurrirlo muy muy bien, pues para el toque final deberemos tenerlo de este modo. ¿Tenemos el arroz cocido escurrido y ya han pasado los 5minutos de reducción de la salsa? Perfecto, pues lo que haremos ahora será encender nuevamente los dos fuegos al 60% de potencia. En uno de ellos ponemos el wok y añadimos los langostinos y la mitad del cilantro picado para que se cocinen en la propia salsa. En el otro fuego, pondremos una sartén con una cucharada de aceite de oliva y saltearemos el arroz. Ambas cosas tardarán unos 3 minutos en estar listas. Cuando lo estén, apagamos ambos fuegos y emplatamos. Pondremos a un lado el arroz salteado y junto a él el curry, espolvoreando un poco más de cilantro picado sobre éste antes de servir. Y ¡listo! Espero que os guste y lo disfrutéis.

ega el turno de añadir el curry, la leche de coco y el zumo de la lima; y dejaremos que la mezcla se cocine durante 5 minutos más. Probamos de sazón y corregirmos si es necesario. Si queremos que la mezcla nos quede más espesa, podéis dejarlo más tiempo, pero no menos ya que la pasta de curry necesita estar cocinada para que no resulte indigesta.

Ahora llega el toque final, si el arroz aún no está cocido, apagar el fuego del wok y esperar a que termine. Cuando el arroz esté listo, escurrirlo muy muy bien, pues para el toque final deberemos tenerlo de este modo. ¿Tenemos el arroz cocido escurrido y ya han pasado los 5minutos de reducción de la salsa? Perfecto, pues lo que haremos ahora será encender nuevamente los dos fuegos al 60% de potencia. En uno de ellos ponemos el wok y añadimos los langostinos y la mitad del cilantro picado para que se cocinen en la propia salsa. En el otro fuego, pondremos una sartén con una cucharada de aceite de oliva y saltearemos el arroz. Ambas cosas tardarán unos 3 minutos en estar listas. Cuando lo estén, apagamos ambos fuegos y emplatamos. Pondremos a un lado el arroz salteado y junto a él el curry, espolvoreando un poco más de cilantro picado sobre éste antes de servir. Y ¡listo! Espero que os guste y lo disfrutéis.

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75. Guiso de Garbanzos con Langostinos (30 min + previo opcional)

Cuando mi compi de cata, David, me habló de esta receta no pude evitar quedarme sorprendida por la combinación. ¡No se me habría ocurrido nunca mezclar langostinos con garbanzos! Desde luego, tenía curiosidad por saber cómo abordar esa combinación en un guiso… No hizo falta tirarle mucho de la lengua para que revelara el secreto 😉 cosa que le agradezco enormemente porque el resultado es espectacular. ¡Menudo saborazo! ¡Os animo a probarlo!

Vamos allá con los ingredientes, como siempre, para una persona (ya sabéis, si sois más, a multiplicar…):

  • 100gr de garbanzos cocidos (de los que cocimos ayer para la receta del hummus. Si no los tenéis cocidos, ver en esta receta el paso PREVIO. También podéis optar, si preferís, por garbanzos en conserva).
  • 1 tomate (de 100gr)
  • 30 gr de cebolla
  • 60gr de pimiento rojo
  • 3 cucharadas de aceite
  • 150 gr de langostinos crudos (yo descongelé con tiempo unos que tenía en el congelador tras la receta de sándwich de gambas y pimientos del piquillo rellenos de gambas).
  • 2 cucharadas de brandy (también teníamos una botella abierta de cuando preparamos los muslitos de pollo en pepitoria de piñones).
  • ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón dulce
  • ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón picante
  • 4 cucharadas de tomate frito
  • 200 ml de agua
  • Sal

Para preparar este guisito, lo primero que tenemos que hacer es picar en pequeños cubos los ingredientes del sofrito (cebolla, pimiento y tomate) y reservarlos por separado. Pondremos una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra a calentar, al 50% de potencia. Cuando esté caliente, añadiremos en primer lugar la cebolla, que rehogaremos durante 2 minutos. Tras esto, añadiremos el pimiento y seguiremos rehogando, removiendo a menudo, durante 5 minutos. Pasado este tiempo, tendremos que añadir el tomate en cubitos y los dos pimentones. Removeremos bien y rehogaremos 2 minutos más. Por último, añadiremos el tomate frito, rehogaremos un minuto más y apagaremos el fuego; reservando nuestro sofrito en la sartén.

Si tenemos maña, el siguiente paso lo podemos ir haciendo entre los intervalos de espera del sofrito. Si no la tenemos, no pasa nada, podemos empezar ahora con él  😉  En cualquier caso, lo que nos toca ahora es preparar el caldo. Para ello, pelaremos los langostinos, reservaremos la carne en el frío, y las cabezas y las carcasas las pondremos a dorar en una cazuela con una cucharada de aceite. Cuando estén doradas (2-3 minutos después), añadiremos las dos cucharadas de brandy y dejaremos que reduzca otro par de minutos. Añadiremos ahora los 200 ml de agua y un poco de sal y dejaremos cociendo todo junto durante unos 10 minutos.

Si ya tenemos listo el sofrito y el caldo… ¡ya lo tenemos casi todo! Verteremos ahora el sofrito en la cazuela de las gambas, lo mezclaremos y lo trituraremos muy muy bien con la ayuda de la batidora (al menos durante un par de minutos). Nos quedará un puré “sospechoso” que tendremos que filtrar bien con ayuda de un colador. La pasta de carcasas de gambas la tiraremos y nos quedaremos con el sabroso líquido que va a constituir el caldo de nuestro guiso. Conviene que lo probéis ahora para corregir de sazón si fuera necesario.

Este caldo, lo pondremos en una cazuela al fuego, al 60% de potencia, a la que añadiremos los garbanzos cocidos y los langostinos crudos, y mantendremos al fuego durante 4 minutos, para que la salsa reduzca, los garbanzos se impregnen y se cocinen los langostinos. Apagamos el fuego, servimos y.. ¡¡¡disfrutamos!!!

¡Gracias David!

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54. Sándwich de Gambas con Crema de Queso (12 min)

Continuamos hoy con esta sabrosa receta que nos servirá tanto para una cena ligera como para aperitivo en algún evento con amigos. Esta receta está inspirada en unos sándwiches que solía comprar hace un montón de tiempo en El Corte Inglés, cuando salía a dar una vuelta con mi madre por Madrid y pasábamos la tarde mirando tiendas. Y no es que ya no salgamos de compras, es que ya hace tiempo que no los venden, jejeje. Así que me he tenido que buscar la vida para imitar la receta y poder seguir contando con este sabor en casa. Además de para atenuar este momento “morriña”, esta receta nos sirve para aprovechar el resto de los langostinos que no habíamos gastado en la receta de pimientos.

Para preparar cada sándwich necesitaréis:

  • 150 gr de langostinos o gambas crudos enteros (el resto del paquete que compramos para los pimientos del piquillo rellenos de gambas y que teníamos en el congelador)
  • 50 gr de queso philadelphia
  • 1 cucharada de mahonesa
  • 1 cucharada de kétchup
  • 1 cucharadita, de las de moka, de brandy
  • 2 rebanadas de pan de molde
  • Sal

Para prepararlo, lo primero que tenemos que hacer es cocer los langostinos. Para ello, ponemos una olla con abundante agua (más de 1,5 litros) a hervir. Si nuestros langostinos son congelados, como es el caso, además tendremos que haberlos sacado con antelación del congelador. Os recomiendo hacerlo unas 4-5 horas antes si lo sacáis a temperatura ambiente o, lo que es mejor, más de 8 horas si lo pasamos del congelador a la nevera. El caso es que consigamos que los langostinos estén prácticamente descongelados cuando lleguemos a este punto.

Cuando el agua esté hirviendo, le echamos un buen puñado de sal y echamos los langostinos; manteniéndolos en el agua hirviendo durante 3 minutos. Pasado este tiempo, apagamos el fuego, los enfriamos en el escurridor bajo el agua del grifo o en un bol con agua con hielo y los dejamos enfriar un poco antes de pelarlos.

Mientras tanto, aprovecharemos para ir mezclando el queso con la mahonesa, el kétchup y el brandy, hasta tener una crema homogénea que será nuestra crema de queso con sabor a salsa rosa. Probamos el punto de sal y corregimos si es necesario.

Ahora, pelaremos los langostinos y los filetearemos, dejando algún pedacito un poco más grande, que siempre apetece encontrarse algún tropezón para saber que el sándwich, efectivamente, es de gambas 😉

Añadimos los langostinos fileteados a la crema de queso y mezclamos bien. Y ya lo tendremos listo para untar sobre una de las rebanadas, taparlo con la otra y ¡¡disfrutarlo!! Espero que os guste.

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53. Pimientos del Piquillo Rellenos de Gambas (32 min)

Después de habernos endulzado con las fresas, volvemos a gestionar nuestro stock del frigorífico, jejeje. Recordad que teníamos pendiente de gastar los pimientos que no habíamos usado para los escalopines. Éstos, junto con un paquetito de langostinos congelados que acabo de comprar, nos vienen de perlas para preparar el plato de hoy. Se trata de un plato también tradicional de mi familia, receta de mi madre, que queda delicioso. Espero que os guste.

Vamos con los ingredientes para preparar una ración:

  • 4 pimientos del piquillo enteros (todos los que sobraron tras preparar los escalopines con salsa de piquillos)
  • 40 gr de cebolla (ya sin piel)
  • 1 huevo cocido (si lo tenemos sin cocer, contad con emplear al menos 12 minutos más para la receta, que es el tiempo que debéis tenerlo en agua hirviendo para que esté listo).
  • 100 gr de langostinos crudos enteros (he comprado, como os decía antes, un paquetito de 250 gr de langostinos enteros congelados, sacando para esta receta un poco menos de la mitad y dejando el resto en el congelador para la siguiente receta).
  • 2 cucharadas de nata líquida.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita, de las de moka, de harina
  • Sal

Para la bechamel:

  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de harina
  • 12 cucharadas de leche (de la que nos sobró tras el postre de fresas con leche).
  • Sal
  • Nuez moscada (opcional)

 Como esta receta la remataremos en el horno, os recomiendo que primero de todo encendáis el horno, para que se vaya calentando, a 200 grados.

Tras ello, trocead la cebolla en cubitos pequeños y reservarla. Pelad el huevo duro y cortarlo también en cubitos y lo mismo con los langostinos: pelarlos y cortarlos en trozos de 1,5 cm de largo. Ya tenemos nuestro “mise en place” o lo que es lo mismo, nuestro “terreno” preparado para ponernos a preparar la receta sin interrupciones.

Ahora, calentamos una sartén al 60% de potencia y le echamos las dos cucharadas de aceite. Cuando el aceite esté caliente, añadimos la cebolla y rehogamos durante 6 minutos, hasta que empiece a dorarse. Llegado este punto, añadiremos los langostinos en trozos y saltearemos el conjunto durante 1 minuto, añadiendo por último el huevo en cubitos (ojo, si veis que el huevo es muy grande, no lo echéis entero) rehogándolo todo durante 1 minuto más. Hecho esto, añadimos ahora la cucharadita de moka de harina, las dos cucharadas de nata y sal, removemos bien dejando que la harina se tueste ligeramente, apagamos el fuego y dejamos reposar.

Entre tanto, en un cazo pequeño vamos a preparar la bechamel. Encendemos el fuego al 50% de potencia y añadimos al cazo la cucharada de aceite. Cuando esté caliente, añadimos la cucharadita de harina y removemos bien pero sin dejar que llegue a tostarse. Añadiremos ahora la leche cucharada a cucharada sin dejar de remover e intentando evitar que salgan grumos. No obstante, si vemos que cuando hayamos añadido toda la leche nos queda alguno, siempre podemos arreglarlo pasándolo un poco por la batidora. Sazonamos con la sal y con la nuez moscada al gusto y reservamos.

Ahora llega el momento más delicado: rellenar los pimientos! Jejeje. Nada, no os preocupéis que no tiene ninguna dificultad. Sólo tenéis que escurrirlos bien, sujetarlos en el hueco entre el pulgar y el resto de los dedos (con la mano en forma de catalejo) y abrir el hueco del pimiento. Con ayuda de una cucharilla, coged la mezcla de gambas de la sartén y rellenad los pimientos. Conforme vayáis rellenándolos, irlos poniendo en una fuente apta para horno no muy grande. Cuando tengáis los 4 pimientos rellenos, regadlos con la bechamel y meterlos al horno (con calor arriba y abajo) durante 10 minutos. Si queremos darle un toque de color, en el último minuto poned también el gratinador. Y ¡ya están! ¡Listos para servir y comer!  

Nota: Si queréis una versión más melosa, podéis cambiar la mitad de leche de la bechamel por nata líquida para cocinar (ya que la tenemos abierta para el relleno… conviene gastarla). Eso sí, sed conscientes de que tendrá más calorías 😉

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35. Brochetas rápidas de Mar y Montaña (7 min)

Si tus amigos y familiares son dados a no confirmar si vienen o no hasta el último momento, esta receta te vendrá de perlas. Unas brochetas muy fáciles de preparar, sabrosas y que darán un puntito sorprendente a tu mesa. Por supuesto, no perdiendo de vista el motivo principal del blog, también son aptas para prepararse en pequeñas cantidades y servir de plato fuerte para un único comensal. En este caso, tened en cuenta que llenan bastante y con un par de ellas o como mucho 3 por persona es más que suficiente.

Las unidades por persona las dejo a vuestra elección entonces y os listo los ingredientes para cada brocheta:

  • 2 langostinos crudos (del mismo lote que empezamos cuando hicimos el wok. Recordad, si son congelados, pasarlos a la nevera mínimo 8 horas antes de ponernos a cocinar)
  • 1 rodajita de chorizo tipo palacios  de unos 7 gr (del mismo chorizo que empezamos cuando preparamos las lentejas)
  • 1 huevo
  • Pan rallado
  • 1 palito para brocheta (mejor de bambú)
  • Aceite de oliva

Para prepararlos, simplemente pelamos los langostinos, les quitamos la cabeza y los salamos ligeramente. Pelamos también la rodajita de chorizo y la partimos por la mitad. Montamos la brocheta poniendo un langostino, media rodajita de chorizo, el otro langostino y la otra media rodajita.

Batimos el huevo en un plato hondo y salamos ligeramente. En otro plato, ponemos un poco de pan rallado. Pasamos la brocheta primero por el huevo, la escurrimos un poco y la pasamos por el pan rallado después, para que quede bien empanada.

Ponemos una buena cantidad de aceite de oliva (lo suficiente como para que la brocheta quede sumergida cuando la metamos en la sartén) en una sartén y ponemos el fuego al 60% de la potencia. Una vez el aceite se haya calentado (podemos probar a echar una gotita del huevo y si chisporrotea, es que está a punto), metemos la brocheta y la tenemos unos 45 segundos por cada lado. Mientras tanto, preparamos un plato con un par de capas de papel de cocina y, cuando las brochetas estén listas, las sacamos a ese plato para que escurran y el papel absorba todo el aceite sobrante. Las cambiamos poco después al plato donde las vayamos a servir y ¡a comerlas antes de que se enfríen!

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34. Wok de Langostinos y Brócoli en Salsa de Ostras (17 min)

Esta receta me pareció sublime cuando la probé en un restaurante asiático cercano a mi trabajo, así que no pude evitar la tentación de investigar y practicar hasta que me quedó prácticamente igual que la original. Os cuento ahora el resultado, pues es una receta ligera y saludable y la forma ideal de acabar la última ración de brécol que nos quedaba en la nevera.

Los ingredientes que váis a necesitar os los comento a continuación, un par de ellos (la salsa de ostras y el aceite de sésamo) son un poco más específicos de la cocina asiática, pero son relativamente fáciles de encontrar ya en grandes superficies o tiendas especializadas. En mi caso, los compré en Makro, pero también podéis encontrarlos, por ejemplo en Tokyo Ya si estáis cerca de Madrid o Barcelona:

  • 70 gr de brócoli (pesado ya limpio y en ramitas, da justo para terminar el brécol que empezamos con las bolitas de arroz y el dip)
  • 8 langostinos crudos (yo he comprado una caja de langostinos crudos congelados, que viene muy bien pues basta con pasar la cantidad deseada del congelador a la nevera unas 8-10 horas antes de que lo vayamos a cocinar)
  • 20 gr de cebolla limpia
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de aceite de sésamo.
  • 2 cucharadas de salsa de ostras (oyster sauce).
  • Sésamo negro para decorar.

La preparación es la mar de fácil. Lo primero que tenéis que hacer es cortar la cebolla en juliana, pelar los langostinos y separar el brécol limpio en ramitas.

Cuando lo tengamos, ponemos a calentar el wok en el fuego y, 1 minuto después, le añadimos las 3 cucharadas de aceite de oliva. Tras ello añadimos la cebolla y lo removemos vivamente, salteandolo, durante 2 minutos. Después, añadimos el brócoli y lo seguimos salteando otros dos minutos. Por último, añadimos los langostinos y un poco de sal y seguimos salteando hasta que los langostinos dejen de estar transparentes (1 minuto y medio aprox). Este es el momento de añadir las 2 cucharadas de salsa de ostras, removiendo de la misma forma 2 minutos más para que quede bien integrado. Apagamos el fuego, añadimos ahora el aceite de sésamo (al aceite de sésamo le sienta mal el cocinado, por eso lo añadimos al final de la cocción). Removemos, emplatamos y servimos enseguida, espolvoreándolo con un poco de sésamo negro.

Espero que os guste!!

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