138. Guacamole casero con sus nachos (16 min)

Estamos en pleno arranque del mundial de fútbol de Brasil y, quien más o quien menos, aprovecha esta excusa para reunirse con sus seres queridos frente al televisor para (y que me perdonen mis lectores americanos) animar a “la Roja”. Después del sobresalto de nuestro primer partido vamos a necesitar un picoteo como este para evitar comernos las uñas el próximo miércoles. Pero para no perder la filosofía del blog, os voy a dar las instrucciones y cantidades para una persona. Si no veis solos el partido y queréis compartir esta receta con más gente, ya sabéis sólo tenéis que multiplicar las cantidades por el número de comensales y ¡listo!

¿Vamos allá con la lista de ingredientes entonces? Necesitaréis:

  • 170 gr de aguacate maduro (esto es, aproximadamente, ¾ partes de uno grande. Lo que os sobre, guardarno en la nevera junto con el hueso bien envuelto en film).
  • 30 gr de tomate maduro (una pequeña porción, guardad el resto también con film para próximas recetas).
  • 5 gr de cebolleta (igualmente, lo que sobre con film a la nevera).
  • 2 cucharadas de zumo de lima (esto es, aproximadamente, el zumo de media lima pequeña. Guardad la otra mitad también filmada en la nevera, que la usaremos enseguida).
  • 1 gr de sal
  • 3 gotas de tabasco
  • 3 hojitas de cilantro fresco
  • 40-50 gr de nachos (mejor sabor natural, pero eso lo dejo a vuestro gusto).

Para preparar nuestra receta, lo primero que haremos será pelar y picar el aguacate en cubitos pequeños que meteremos en un bol. Seguidamente, haremos lo mismo con el tomate, al que previamente habremos quitado la piel y las pepitas. Por último, picaremos muy finamente y añadiremos al bol también la cebolleta. Cuando tengamos estas tres cositas, añadiremos la sal y aplastaremos y mezclaremos los ingredientes en el bol con ayuda de un tenedor hasta que quede bien mezclado. No importa demasiado que nos queden algunos trocitos de aguacate sin romper, porque esto será la evidencia de que es completamente casero (cosa que os hará ganar puntos con vuestros amigos, aunque sólo sea por haberos tomado la molestia de prepararlo, jijiji).

Cuando tengamos nuestra pasta, sólo nos quedará ya terminar de sazonarla. Añadiremos el tabasco, el zumo de lima y las tres hojitas de cilantro bien picadas. Mezclamos bien, probamos y corregimos de sazón para que quede a nuestro gusto y ¡listo! Ya sólo nos queda servirlo acompañado de unos cuantos nachos y, si puede ser, una cervecita bien fresquita. ¡Espero que os guste y que lo disfrutéis!

Besos y ánimo para la selección!! 😉

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113. Perdiz con Mole (37 min)

Continuamos con nuestra demostración de que se puede comer perdices antes de que acabe el cuento, jejeje. Hoy lo demostramos con una “versión” de la tradicional receta “perdices al chocolate”, y es que justo el mole es un invento mexicano basado en una mezcla de especias, chiles y chocolate que acabo de descubrir gracias a mi hermana. Mi hermana ha estado dos años viviendo en México y este verano, al pasear con ella por el mercado de La Boquería, me sugirió comprar un tarro de mole concentrado para probarlo. Así que le hice caso, lo compré y, desoyendo su indicación inicial de prepararlo con pollo, me he atrevido a prepararlo con perdiz, emulando aquel tradicional plato. He de decir que la cosa no salió bien a la primera, porque la perdiz tarda bastante más tiempo en hacerse que el pollo y tuve algún intento fallido. Después de varios ensayos y errores, por fin conseguí el punto que quería y hoy lo comparto con vosotros.

Como sabéis, en el blog siempre hablamos de recetas para uno, pero en este caso (y dadas las fechas), puede que tengáis que preparar esta receta para más personas. Si es así, os recomiendo comprar perdices de granja, pues así os aseguráis de que todas tengan la misma edad y necesiten, por tanto, el mismo tiempo de cocción. Cuando usamos perdices de campo, corremos el riesgo de que cada pieza tenga una edad distinta y por tanto requieran tiempos de cocinado distintos. Un buen consejo que me dio el tendero en el Mercado de Chamartín. ¡Gracias amigo!
Vamos allá con los ingredientes para una ración:

  • ½ perdiz (la media que nos sobraba tras preparar el paté de perdiz).
  • 60 gr de cebolla, limpia
  • 45 gr de mole (yo compré uno de la marca Doña María, os copio foto aquí abajo para que sepáis qué tenéis que buscar en el mercado)
  • 450 ml de caldo de pollo + 200ml más
  • 4 cucharadas de aceite.
  • 50 gr de arroz basmati
  • 1 cucharada de piñones

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Para preparar nuestra receta, lo primero que haremos será limpiar bien la perdiz y salarla ligeramente. La misma cantidad de ingredientes nos serviría para cocinar la perdiz entera si quisiéramos. Si os decidís por esta otra opción, sazonar la perdiz por dentro y atadle las patitas con un hilo de cocina para que no se separen del cuerpo.

Tras haber preparado la perdiz, picaremos la cebolla muy finamente. Prepararemos la olla exprés, poniéndola al fuego al 70% de potencia con las 4 cucharadas de aceite. Cuando el aceite esté caliente, rehogaremos en él la perdiz para sellarla por todos los lados. Cuando lo tengamos sellado, la retiramos a un plato y añadimos la cebolla a la olla, bajando el fuego al 60% de potencia. Pochamos durante un par de minutos y a continuación añadimos el mole.

Removemos bien para que se deshaga la mezcla y se integre con el aceite. Cuando tengamos una mezcla homogénea, añadiremos los 450 ml de caldo de pollo y mezclaremos bien con ayuda de la batidora, para evitar que nos encontremos después trocitos de cebolla. Cuando lo tengamos, volvemos a meter la perdiz en la olla y la cerramos, para llevarla a ebullición manteniendo ese 60% de potencia. Una vez el vapor empiece a salir por la válvula, contaremos 15 minutos, que es el tiempo mínimo que vamos a necesitar para cocinar la perdiz.
Entre tanto, iremos preparando también la guarnición. Para ello, pondremos un cazo al fuego (70% de potencia) con 200ml de agua, 200 ml de caldo y un poco de sal. Cuando empiece a hervir nuestra mezcla, añadiremos el arroz y herviremos durante unos 12 minutos, probándolo para que se nos quede al dente.

Si habéis seguido estas instrucciones, más o menos terminarán al tiempo la perdiz y el arroz. Lo que haremos ahora será escurrir el arroz y reservarlo y retirar la olla exprés del fuego, dejando que se enfrie, que salga el vapor después y abriéndola por último. Comprobaremos entonces el punto de cocción de la perdiz, que debe estar blandita y nos debe resultar fácil despegar la carne del hueso. Si vemos que aún necesita más tiempo, volveremos a poner la olla sobre el fuego y mantenemos ahora abierta hasta que haya alcanzado el punto de cocción (en mi caso, mi perdiz necesitó 7 minutos más de cocción a fuego abierto, al 60% de potencia).

Este tiempo de cocción final lo vamos a utilizar para saltear el arroz. Para ello, primero cogeremos una sartén pequeña y la pondremos al fuego, al 60% de potencia, sin nada de grasa. Le añadiremos la cucharada de piñones y removeremos a menudo hasta que empiecen a dorarse, tras ello, añadiremos el arroz y una cucharadita de aceite de oliva y salteamos hasta que el arroz vuelva a coger temperatura. Probamos de sazón y corregimos si es necesario.
Ahora ya solo nos falta emplatar, pondremos nuestra media perdiz acompañada de un poco de arroz y podremos espolvorear la perdiz con unas semillas de sésamo para darle un toque de color. Y… ¡a disfrutar! Eso sí, os recomiendo tener un vasito de agua cerca porque… pica un poco, jejejeje. Bon appetit!

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64. Causa Mexicana (35 min)

¡Tranquilos! ¡Que no vamos a hablar de política ni nada parecido! La “causa” es un plato típico de Perú que en esta ocasión hemos versionado para añadirle un toque mejicano. Para hacer un resumen muy grosero (y que los peruanos me perdonen) la causa es un plato, normalmente frío, en el que los ingredientes se sitúan entre 2 capas de puré de patatas (o bien rodeado de ella como nuestro típico brazo de gitano). Hoy, el toque mejicano se lo daremos introduciendo en el plato pico de gallo y sustituyendo la capa superior de patata con una capa de aguacate. Además, con ella gastaremos el atún que se nos había quedado viudo en la nevera después de preparar los sándwiches vegetales. Pero bueno, ya estoy adelantándome demasiado, así que vamos con la lista de ingredientes (para un buen plato o bien un entrante para dos personas):

  • 25 gr de atún (lo dicho, el resto de la latita que nos sobró después de hacer los sándwiches vegetales y que habíamos conservado en su propio aceite en un bote en la nevera).
  • 80 gr de tomate pera (el último del lote que compramos para preparar la ensaladilla de arroz, y para la salsa romesco con berenjena).
  • 20 gr de cebolleta (una pequeña)
  • 100gr de patatas monalisa (dos pequeñas, procurad que del mismo tamaño para que se hagan al mismo tiempo)
  • Zumo de media lima
  • 20 gr de mahonesa (ya nos queda poco del bote que hemos ido usando para los sándwiches vegetales y las ensaladas de los últimos días).
  • 85 gr de aguacate (uno de los pequeños)
  • 5 vueltas de molinillo de pimienta negra
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Sal

Para preparar la “causa mexicana” lo primero que debemos hacer es poner una cazuela pequeña con abundante agua a hervir y un pelín de sal. Cuando el agua esté hirviendo, añadimos las patatas y las dejamos hervir durante 25 minutos.
En este tiempo, lo siguiente que haremos será pelar el tomate, cortarlo en cubitos pequeños y ponerlo en un bol. Tras ello, cortaremos el corazón de la cebolleta también en pequeños cubos y añadiremos al bol. A ese bol, le añadiremos ahora casi todo el zumo de lima (dejar un chorrito para luego), sal al gusto y la pimienta negra. Podemos añadir, si queremos, algo de cilantro picado pero, como esta hierba tiene amantes y detractores, os lo dejo como opcional. ¡Ya tenemos listo nuestro pico de gallo! Ahora sólo nos queda escurrir el atún, añadirlo a nuestro pico de gallo y mezclarlo bien.
A continuación, cortamos nuestro aguacate por la mitad, le quitamos la piel y el hueso y lo cortamos en láminas finas, rociándolo después con el resto de zumo de lima que nos quedaba.
Puede que nos haya sobrado tiempo antes de que estén listas las patatas. Si es así, aprovechadlo como más os guste 😉 Eso sí, tan pronto haya pasado el tiempo de cocción, retirarlas del fuego y acelerar el enfriado metiéndolas en agua bien fría. Cuando estén templaditas (al menos, podéis esperar más si la queréis bien fría), las pelaremos y cortaremos en cubos que pondremos en otro bol. Añadiremos sal y aplastaremos bien con un tenedor hasta dejar un puré. En este punto, añadiremos la mahonesa y mezclaremos bien. Probamos de sazón y corregimos si es necesario.
Ya tenemos todo listo!! Ahora sólo nos queda montar el plato. Para ello cogeremos un molde y lo pondremos sobre el plato de servicio. En la parte de abajo, pondremos una capa del puré de patatas. A continuación, pondremos otra capa de la mezcla de pico de gallo con atún, procurando no añadir demasiada cantidad de líquido. La capa superior, la prepararemos con varias capas de láminas de aguacate. Retiramos el molde y añadimos un chorrito de aceite de oliva y unas escamas de sal (pues el aguacate no llevaba nada) y ¡¡a comer!! Espero que lo disfrutéis.

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