Seguimos nuestra racha de platos frescos, rápidos y veraniegos con esta propuesta; en la que incorporamos parte de las limas que nos quedan en la nevera tras nuestras dos últimas recetas. Ya sabéis que en este blog nunca perdemos el objetivo de enlazar recetas para aprovechare ingredientes, porque… ¡no nos gusta tirar nada!
Lo más entretenido de esta receta es el tiempo de maceración de la fruta, imprescindible para lograr el efecto deseado. Mi sugerencia para que no os cueste trabajo ni esfuerzo el esperar, es preparar la fruta, dejarla macerando mientras os dais un baño en la piscina y luego subir y rematar la receta. ¿Qué os parece? 😉 Sugerencias al margen, yo me pongo ya manos a la obra para daros la lista de ingredientes para 1 comensal:
- 50 gr de mezclum de hojas de ensalada.
- 40 gr de bacalao ahumado (comprad un paquetito un poco más grandes, de unos 150 gr, porque el resto lo usaremos en próximas recetas).
- ½ lima (de lote que compramos para preparar el Guacamole y el Tartar de Salmón con Aguacate).
- ½ naranja sanguina (o medio pomelo en su defecto)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de azúcar.
- ½ vasito de aceite de oliva virgen extra.
Para prepara nuestra receta, lo primero que hay que hacer es, como os decía, el poner la fruta a macerar. Para ello, lo que haremos será cortar en rodajitas, lo más finas posible, la media lima y la media naranja sanguina. En el fondo de un cuenco, pondremos una capa de rodajas de cítrico, espolvoreamos con una pizca de azúcar, un pelín de sal y regamos con aceite de oliva. A continuación, repetimos la operación con otra capa de cítricos y así sucesivamente hasta terminar con las rodajitas y con el aceite.
Dejaremos reposar todo junto durante 20 minutos al menos (aprovechad para ir a la piscina, o lo que queráis… jiji). El efecto del aceite y el azúcar en las frutas, hace que queden como si fueran frutas confitadas. Al mismo tiempo, parte del zumo quedará en el aceite y constituirá un aliño perfecto para nuestra ensalada.
Pasado el tiempo de maceración, ya sólo nos queda disponer las hojas de lechuga en la ensaladera y salarlas ligeramente (con prudencia porque el bacalao ya tiene sal). Sobre las hojas, pondremos las lascas de bacalao ahumado y las rodajitas de cítricos maceradas. Regamos con parte del aceite de maceración y ¡listo! Fácil, ¿verdad? Pues ya tenéis una idea más para vuestras comidas y cenas veraniegas.
Un besote.