153. Patatas al Ajo Cabañil (19 minutos)

Hoy vuelvo a traeros una receta de mi familia, de la rama murciana, como ya hiciera hace unos días con la “Sartencica del pobre”. Esta receta solía preparárnosla mi yaya a todos los primos cuando éramos pequeños y sé de buena tinta que se daba una buena trabajera para preparar esta guarnición para los 8 que somos… Bueno, buena trabajera teniendo en cuenta lo que nos duraban en el plato!! Jejeje. Y es que sí no habéis probado esta forma de “tunear” las patatas fritas, os recomiendo hacerlo encarecidamente.

En nuestro caso, como sólo vamos a hacer una ración (ya conocéis la filosofía del blog… ) no vamos a tardar ni mucho menos lo que tardaba mi yaya. ¿Os parece si empezamos? Aquí va la lista de ingredientes para una persona (si queréis hacer más, en este caso, basta con aumentar las proporciones, pero los tiempos de cocción se mantienen):

Para preparar esta receta, lo primero que haremos será limpiar muy bien las patatas, pues en mi caso he optado por cocinarlas con piel, ya que ésta era bastante fina. Si preferís pelarlas, no hay problema, la receta no se verá afectada por ello, jijiji. Tras ello, pondremos una sartén pequeña a calentar con abundante aceite de oliva (al menos 1,5 cm de profundo) al 70% de potencia.

Mientras el aceite se calienta, cortaremos las patatitas en bastones de 1 cm de grosor y todo lo largo que nos de la patata. Salamos los bastones ligeramente y los introducimos con cuidado en la sartén para evitar salpicaduras. Mantenemos las patatas en el aceite 2 minutos, dándoles la vuelta en al menos una ocasión con ayuda de una espumadera. Pasado ese tiempo, bajaremos el fuego al 60% de potencia y las mantendremos así (también volteándolas de vez en cuando) 6 minutos más. Finalmente, retiraremos las patatas del aceite y las pondremos, escurriéndolas todo lo que podamos, en un plato hondo. Apagamos el fuego y vaciamos la sartén.

Ahora llega el momento de preparar el “aliño secreto” 😉 Para ello, picaremos muy fino el diente de ajo y haremos lo mismo con el perejil fresco. Ponemos ambas cosas en una taza, a la que añadiremos el vinagre, las tres cucharadas, las dos cucharadas de aceite de oliva virgen y la hojita de laurel. Removemos bien y reservamos.

¡Ya casi hemos acabado! Sólo nos queda poner de nuevo la sartén que habíamos utilizado (ya vacía) al fuego, al 70% de potencia. Cuando la sartén esté caliente, ponemos en ella las patatas que habíamos reservado y vertemos sobre ellas el aliño. Éste empezará a borbotear bastante, pero no os asustéis, que no salpica y es justo lo que estamos buscando. Tendremos que mantener el conjunto así durante 2 minutos más, moviéndolo ligeramente para evitar que se nos doren demasiado el ajo y las patadas y… una vez transcurrido ese tiempo… ¡listo! Ya sólo nos queda servirlas en el plato y disfrutarlas antes de que se nos enfríen.

Buen provecho amigos!!

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110. Fish & Chips con Dos Salsas (25 min)

Hoy tenemos entre manos una nueva receta de lo más “British”, y es que hace unos días vi un documental donde preparaban este plato y se me encendió la bombilla. La salsa tártara con la que se acompaña este plato nos va a venir fenomenal para ir gastando las cebolletas en vinagre que empezamos en la última receta. Ahora bien, con vuestro permiso, voy a escabullirme un poco de la receta tradicional en dos puntos. El primero de ellos es el cocinado, pues en la receta tradicional emplean grasa de riñón de buey para freír… y la verdad es que no me atrae mucho la idea. Y el segundo es el acompañamiento, que en mi caso, además de la tradicional salsa tártara, vamos a preparar una segunda salsa que nos sirva para dar salida a nuestros ingredientes, como es tradición en nuestro blog. Esta segunda salsa será una mahonesa de aguacate.

Y, hablando de ingredientes, vamos allá con lo que necesitamos, en este caso, para dos buenas raciones (o para una persona con mucha hambre!).

270 gr de patata roja, limpia.
350 gr de bacalao fresco (al natural, que no sea desalado), sin piel ni espinas, en un filete.
1 huevo
Harina
Panko (pan rallado japonés. Aunque también podéis utilizar una mezcla de pan rallado y corn flakes machacados para darle un toque crujiente).
Abundante aceite de oliva.

Para la salsa tártara:

  • 3 cebolletas en vinagre (unos 18 gr), de las que usamos para los wraps de salmón ahumado y aguacate.
  • 5 gr de alcaparras (más o menos una cucharada).
  • 15 gr de pepinillos en vinagre especiados (que sean lo más dulces posible. Yo usé la marca Krakus, de Polonia).
  • 1 cucharadita de perejil fresco picado.
  • ½ ramita de estragón fresco picado.
  • 1 cucharada de zumo de lima.
  • 70 gr de mahonesa.

Para la mahonesa de aguacate:

  • ½ aguacate, el que nos dejamos también sin gastar tras preparar los wraps de salmón ahumado y aguacate.
  • 70 gr de mahonesa
  • Sal
  • El zumo de 1 lima (menos la cucharadita que le vamos a quitar para la otra salsa)
  • La ralladura de ½ lima.

Para comenzar a preparar el plato, lo primero que haremos será empezar por las patatas. Las pelaremos y limpiaremos bien y cortaremos en bastones de 1 dedo de grosor por unos 3-4 cm de largo (lo que dé de sí la propia patata, jejeje). Prepararemos una sartén con abundante aceite de oliva y la pondremos a calentar al 50% de potencia. Cuando el aceite esté caliente (2-3 minutos después), pondremos a confitar las patatas y las mantendremos en el fuego durante 12 minutos, moviéndolas de vez en cuando.
Durante este tiempo, aprovecharemos para preparar las salsas. Para hacerlo podéis usar mahonesa de bote o bien preparar una casera con 1 huevo, 200ml de aceite de girasol y un poco de sal. Batiremos bien con la batidora hasta que ligue y usaremos la mitad de cantidad para cada una de las salsas.
Prepararemos primero la tártara, que es la más complicada. Para ello, picaremos lo más finalmente posible las cebolletas, el pepinillo, las alcaparras y las hierbas, que mezclaremos con la mahonesa en un bol y añadiremos finalmente la cucharada de zumo de lima. Probamos de sazón y corregimos si es necesario. Cuando la tengamos, la tapamos bien y a la nevera hasta que vayamos a servirla.

Seguramente en este punto, ya hayan pasado los 12 minutos de las patatas. Cuando esto ocurra, las sacamos de la sartén y las ponemos en un escurridor para que se enfríen y pierdan todo el aceite de más.
Mientras las patatas se enfrían, prepararemos la mahonesa de aguacate. Cogeremos la mitad de aguacate, lo cortaremos en cubitos y los pondremos junto a la mayonesa, en el vaso de la batidora. Añadiremos el zumo de lima, la ralladura de la misma (lo más fina posible) y un poco más de sal, para sazonas el aguacate que es un ingrediente bastante insípido. Trituramos, probamos de sazón y la dejamos a nuestro gusto. Cuando la tengamos, igualmente la tapamos y a la nevera hasta el momento de servir.

Ahora ya sólo nos falta terminar las patatas y preparar el pescado, la base fundamental del plato. Pues bien, lo primero que haremos ahora será cortar el filete de bacalao en supremas de unos 2-3 cm de grosor y todo lo que dé el filete de largo (6-8 cm). Estas supremas las salaremos muy ligeramente (porque aunque el bacalao que debemos coger no es desalado, suele tener bastante sabor), y las pasaremos por harina, huevo y panko para rebozarlas. Las piezas empanadas las reservamos en un plato hasta el momento de freír.

Ahora sí que estamos cerca del final. Pondremos nuevamente al fuego la sartén, esta vez al 80% de potencia, y cuando el aceite esté caliente, le añadiremos nuevamente las patatas y las cocinaremos durante unos 3 minutos o hasta que estén bien doradas. Sacamos del aceite y las dejamos de nuevo en el escurridor antes de emplatarlas. Bajamos ahora el fuego al 70% de potencia y vamos añadiendo los tacos de bacalao, manteniéndolos 1-2 minutos por cada lado para que se doren bien. Sacamos de la sartén a un papel absorbente conforme vayan estando listas.

Et voilá! Ya sólo nos queda ponerlo bonito en nuestro plato. Pondremos abajo una cama de bastones de patata, sobre éstos 2-3 supremas de bacalao y acompañaremos con las salsas en dos tarritos para ir sirviéndonos a nuestro antojo. ¡¡Y a disfrutar!! Ummmm!!!

Luego tomamos un té para merendar a las 5… 😉

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103. Guiso de Abadejo al Azafrán (32 min).

La primera vez que probé este plato siendo “adulta” fue de la mano de mi prima Arantxa, un día de verano, al volver de la playa, y me encantó. Pero lo cierto es que, según me dijo después, la receta original era de mi yaya (la madre de mi padre). Luego hice memoria y sí que es verdad que recordaba a los dos, mi yayo y mi yaya, disfrutando de este plato que yo, en mi ignorancia de la niñez, no veía para nada atractivo. Y es que muchas veces hay que hacerse mayor para poder valorar muchas cosas y entender otras tantas, y yo cuando volví a probar el plato de manos de mi prima entendí que realmente era un “platazo”. Así que hoy, con especial agradecimiento a mi prima por habérmelo re-descubierto y en homenaje a mis yayos, voy a compartir hoy esta receta con vosotros. Espero que os guste tanto como a mí.

Vamos allá con los ingredientes, como siempre, para una ración de este plato:

  • 50 gr de cebolla limpia
  • 200 gr de abadejo (del lote que empezamos para nuestra anterior receta de Abadejo al cava con crujiente de puerros).
  • 120 gr de patatas de guarnición, ya limpias.
  • 220 ml de agua
  • Harina
  • 10 hebras de azafrán
  • 1 hojita de laurel
  • Sal
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  • Un poco más de aceite (para freír el pescado)

Para preparar nuestra receta, lo primero que haremos será cortar la cebolla en tiras cortas, de 0,5 cm de ancho aproximadamente por 3-2 cm de largo. Cuando la tengamos, pondremos una cazuela antiadherente al fuego al 60% de potencia, con las tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite se haya calentado, pondremos a rehogar la cebolla y la tendremos así, removiendo de vez en cuando, durante 7 minutos. Mientras tanto, pelaremos las patatas y las cortaremos por la mitad o en 3-4 partes, dependiendo de lo grandes que sean. En definitiva, nos han de quedar pedazos de unos 3 cm de diámetro. Os recomiendo en este paso, para que la salsa ligue, que al cortar las patatas en trozos, en el último momento las rompáis. Esta parte rota se deshará con más facilidad durante la cocción del guiso, engordando la salsa.

Cuando hayan pasado los 7 minutos de la cebolla, añadiremos la patata. Le daremos unas vueltas para que coja algo de calor y, seguidamente, le añadiremos sal, la hoja de laurel, el azafrán y los 220 ml de agua. Lo taparemos, bajaremos el fuego al 50% de potencia y empezaremos a contar el tiempo, pues, desde este momento, el guiso deberá estar al fuego un total de 20 minutos.

Mientras la primera parte del guiso está en marcha, abordaremos la segunda: el pescado. En este punto, salaremos y cortaremos nuestro abadejo en tacos, de unos 4 cm de lado en esta ocasión. Los pasaremos por harina y los freiremos en abundante aceite bien caliente (al 70% de potencia) durante 45 segundos por cada lado. Los sacaremos con cuidado de no romperlos y de escurrir bien el aceite sobrante. Lo reservaremos en un plato y lo incorporaremos al guiso cuando queden unos 10 minutos de cocción. Durante estos últimos 10 minutos, que ya nos irá quedando menos caldo, debemos tener la precaución de sacudir o “menear” nuestra cazuela de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo y remover a la vez el contenido de la misma.

Cuando lleguemos a los 20 minutos, comprobaremos que la patata está hecha. Lo haremos pinchándola con un tenedor y, si no nos pone resistencia, es que está lista. Si lo está, apagamos el fuego y listo; si no lo está, lo aguantamos un poquito más al fuego hasta que la tengamos lista. Cuando lo tengamos, solamente nos quedará servir el guiso en nuestros platos hondos y ¡disfrutarlo!

¡Bueno provecho!

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64. Causa Mexicana (35 min)

¡Tranquilos! ¡Que no vamos a hablar de política ni nada parecido! La “causa” es un plato típico de Perú que en esta ocasión hemos versionado para añadirle un toque mejicano. Para hacer un resumen muy grosero (y que los peruanos me perdonen) la causa es un plato, normalmente frío, en el que los ingredientes se sitúan entre 2 capas de puré de patatas (o bien rodeado de ella como nuestro típico brazo de gitano). Hoy, el toque mejicano se lo daremos introduciendo en el plato pico de gallo y sustituyendo la capa superior de patata con una capa de aguacate. Además, con ella gastaremos el atún que se nos había quedado viudo en la nevera después de preparar los sándwiches vegetales. Pero bueno, ya estoy adelantándome demasiado, así que vamos con la lista de ingredientes (para un buen plato o bien un entrante para dos personas):

  • 25 gr de atún (lo dicho, el resto de la latita que nos sobró después de hacer los sándwiches vegetales y que habíamos conservado en su propio aceite en un bote en la nevera).
  • 80 gr de tomate pera (el último del lote que compramos para preparar la ensaladilla de arroz, y para la salsa romesco con berenjena).
  • 20 gr de cebolleta (una pequeña)
  • 100gr de patatas monalisa (dos pequeñas, procurad que del mismo tamaño para que se hagan al mismo tiempo)
  • Zumo de media lima
  • 20 gr de mahonesa (ya nos queda poco del bote que hemos ido usando para los sándwiches vegetales y las ensaladas de los últimos días).
  • 85 gr de aguacate (uno de los pequeños)
  • 5 vueltas de molinillo de pimienta negra
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Sal

Para preparar la “causa mexicana” lo primero que debemos hacer es poner una cazuela pequeña con abundante agua a hervir y un pelín de sal. Cuando el agua esté hirviendo, añadimos las patatas y las dejamos hervir durante 25 minutos.
En este tiempo, lo siguiente que haremos será pelar el tomate, cortarlo en cubitos pequeños y ponerlo en un bol. Tras ello, cortaremos el corazón de la cebolleta también en pequeños cubos y añadiremos al bol. A ese bol, le añadiremos ahora casi todo el zumo de lima (dejar un chorrito para luego), sal al gusto y la pimienta negra. Podemos añadir, si queremos, algo de cilantro picado pero, como esta hierba tiene amantes y detractores, os lo dejo como opcional. ¡Ya tenemos listo nuestro pico de gallo! Ahora sólo nos queda escurrir el atún, añadirlo a nuestro pico de gallo y mezclarlo bien.
A continuación, cortamos nuestro aguacate por la mitad, le quitamos la piel y el hueso y lo cortamos en láminas finas, rociándolo después con el resto de zumo de lima que nos quedaba.
Puede que nos haya sobrado tiempo antes de que estén listas las patatas. Si es así, aprovechadlo como más os guste 😉 Eso sí, tan pronto haya pasado el tiempo de cocción, retirarlas del fuego y acelerar el enfriado metiéndolas en agua bien fría. Cuando estén templaditas (al menos, podéis esperar más si la queréis bien fría), las pelaremos y cortaremos en cubos que pondremos en otro bol. Añadiremos sal y aplastaremos bien con un tenedor hasta dejar un puré. En este punto, añadiremos la mahonesa y mezclaremos bien. Probamos de sazón y corregimos si es necesario.
Ya tenemos todo listo!! Ahora sólo nos queda montar el plato. Para ello cogeremos un molde y lo pondremos sobre el plato de servicio. En la parte de abajo, pondremos una capa del puré de patatas. A continuación, pondremos otra capa de la mezcla de pico de gallo con atún, procurando no añadir demasiada cantidad de líquido. La capa superior, la prepararemos con varias capas de láminas de aguacate. Retiramos el molde y añadimos un chorrito de aceite de oliva y unas escamas de sal (pues el aguacate no llevaba nada) y ¡¡a comer!! Espero que lo disfrutéis.

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1. Tortilla “single” (32 min)

Tenía especial interés en que, dada la fecha, la primera receta fuera ésta: la tortilla de patata. Y es que este domingo se celebra en mi pueblo y en los pueblos de alrededor el “día de la tortilla”. Coincidiendo con el día de San Blas, una fecha en la que ya suele ser más patente que los días se van alargando, las familias y grupos de amigos preparan tortillas de patata en todos sus formatos y salen a comerla al campo aprovechando, sí el día acompaña, los rayitos de sol que tanto han faltado durante el otoño y lo que va de invierno.

Nuestra “familia de uno”, no va a ser menos, así que os dejo aquí las instrucciones para poder disfrutar de este manjar tan “Typical Spanish” en su versión más minimalista. Espero que la disfrutéis.

Necesitaréis:

  • 140 gr de patatas monalisa (ya peladas)
  • 30gr de cebolla blanca dulce (pesada ya limpia, sin piel ni trocitos que vayamos a descartar)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 huevo (mejor de corral)
  • Sal.

Para prepararla:

Cortar las patatas ya peladas y lavadas en rebanadas de unos 3-4 mm de grosor (si las patatas no son monalisa –pequeñitas- cortarlas primero por la mitad para que las rebanadas sean más pequeñas), salarlas y reservarlas. Poner el aceite a calentar, 1 taza aproximadamente o la cantidad necesaria para que haya un fondo de 1 cm de alto, con el fuego a un 70% de la potencia total.

Cortar la cebolla en tiras (juliana) y echarlas directamente al aceite, añadir un par de minutos después las patatas y, cuando el aceite hierva de nuevo, bajar la potencia del fuego al 60%. Ir volteando las patatas a menudo (cada 3-4 min) para que no se peguen y se vayan dorando por todos lados. De vez en cuando recomiendo también pisarlas (“espachurrarlas” un poco con la rasera) porque la patata rota se integrará mejor con el huevo y dará más textura a la tortilla. En total deberán estar en el fuego unos 15min. Retirar la sartén del fuego, sacar las patatas escurriendo todo el aceite que podamos y reservar en un plato para que se enfríen un poco.

Mientras tanto, podemos ir batiendo el huevo y añadiendo un toque de sal. Eso sí, probar primero las patatas fritas, no vayan a estar saladas y la liemos…. Podemos también preparar la sartén, yo usé para la de la foto una de 18cm de diámetro, pero si tenéis una más pequeña, mejor, que quedará más gordita. Ponerla al fuego al 70% con 1 cucharada de aceite de oliva virgen. Mezclar ahora la patata con el huevo, bastantes vueltas para que se integre y, cuando la sartén esté bien caliente (empezará a humear) verter en ella la mezcla. Aguantar la mezcla así en el fuego 2 minutos, para que se cuaje bien por ese lado. Si nos da miedo que se pegue, sacudir ligeramente (moviéndola sólo en la horizontal) la sartén sobre el fuego. Pasados los dos minutos, coger un plato llano más grande que la sartén, tapar la sartén con él y voltearla de manera que el plato quede abajo y la sartén arriba boca abajo (como nuestra tortilla pesará poco, nos servirá de buen entrenamiento del “gesto” para cuando la hagamos para más gente). Verter con cuidado la tortilla en la sartén, para que la parte cruda nos quede abajo, y tenerla allí 1 min 30seg. Apagar el fuego, repetir “el gesto” para comprobar que se hizo bien el otro lado y ¡¡a comer!!

Toque: Si algún día estamos aburridos de la tortilla de patata normal (cosa que yo no concibo) podemos darle un toque distinto añadiéndole al huevo batido un pellizquito de curry en polvo (mejor curry de Madrás).

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