130. Ensalada Rápida con Tomates Secos, Parmesano y Anchoas (5 minutos)

Los que seguís el blog ya sabéis que mi intención siempre es ir rematando los ingredientes que compramos para que no se queden olvidados en nuestras neveras o despensas y acabemos tirándolos. Con este mismo espíritu comparto hoy con vosotros esta ensalada, que nos servirá para rematar ingredientes de recetas anteriores, es rapidísima de hacer y además está francamente buena. ¡¿Qué más se puede pedir?!
Vamos allá con ella, comenzando, como siempre, por nuestra lista de ingredientes:

  • 40 gr de mezclum (del que empezamos para nuestra hamburguesa de cordero lechal y para la ensalada césar).
  • 4 filetes de anchoa (los que nos quedaban tras preparar la salsa de la ensalada césar)
  • 3 mitades de tomates secos en aceite (de los que hemos empezado a usar al preparar los jamoncitos de pollo rellenos).
  • Unas lascas de queso parmesano (igualmente del que empezamos con la ensalada césar y los jamoncitos de pollo).
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre balsámico de Módena
  • 1 pizca de sal (poca, porque el parmesano y las anchoas ya le aportan bastante).

Para preparar nuestra ensalada, no tenemos más que disponer el mezclum en la bandeja donde queramos poner la ensalada y le añadiremos un poco de sal (muy poca, recordad). Seguidamente, escurriremos muy bien las anchoas y los tomates secos de su aceite de conserva y los picaremos groseramente. Cuando lo tengamos picados, espolvorearemos sobre las lechugas. A continuación haremos lo mismo (espolvorear) lascas de parmesano que cortaremos directamente sobre el plato con ayuda de un pelador de cocina (esto es muy Jaime Oliver, jejeje). Y, por último, aliñamos con el aceite de oliva y el vinagre de Módena, salpicando con éste último todo el plato para darle un toque de color. Y ¡listo! Sólo queda coger un tenedor y… ¡¡a comer!! No todo iba a ser recetas complicadas ¿no? 😉

Disfrutadla chicos!!

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93. Palomitas de Pollo semidulces (10 min)

Hoy vamos a hacer una receta rápida y fácil, que podemos aprovechar para una cenita improvisada o como aperitivo en una merendola. Además seguro que a los niños, si tenéis les encanta. Este rebozado especial le va a aportar un toque dulce al pollo que os encantará. Los llamamos palomitas porque comerlos es tan fácil como sus “tocayas” de maíz del cine. Vamos ya rápidamente con la lista de ingredientes para una ración:

  • 100gr de pollo (solomillitos o pechuga entera que os permita hacer tacos.  Aprovechamos el resto de pollo que nos ha sobrado tras preparar el Pollo al curry rojo)
  • 1 huevo
  • 2 brioches o panes de leche (de los que sobraron cuando preparamos el montadito romano de mortadela ahumada)
  • Aceite de oliva en abundancia
  • Salsa barbacoa o mejor mostaza miel (podéis hacerla con 1 cucharadita de miel, 1 cucharadita de mostaza, 1 de agua y 1 cucharada de mayonesa)
  • Sal

Para preparar las palomitas, lo primero que tenemos que hacer es dejar los brioches al aire durante unas horas para que se sequen y se queden bien duros. Cuando estén duros cogeremos un rallador fino y los rallaremos por completo, retirando los trozos que queden más grandes para quedarnos con la mezcla más fina. Podemos hacer esta operación con todos los brioches que nos quedan y reservarlo en un bote de cristal para conservarlo y emplearlo en otros rebozados.

Cuando lo tengamos, empezaremos con el pollo. Lo cortaremos en cubitos de unos 2×2 cm, que nos queden lo más regulares posible. Cuando los tengamos, los sazonamos ligeramente.

Prepararemos un plato con el pan de brioche y en otro plato hondo pondremos el huevo batido con una pizca de sal. Empanaremos todos los trocitos de pollo con un empanado doble. Esto significa: lo pasamos primero por huevo, luego por pan rallado, por huevo otra vez y una capa final de pan rallado. Los sacudimos para eliminar el pan rallado sobrante y los reservamos.

Preparamos una sartén con abundante aceite de oliva y ponemos el fuego al 70% de potencia. Cuando esté caliente, echamos en él los pedacitos de pollo y los mantenemos en el fuego, dándoles la vuelta para que se hagan bien por todos lados, hasta que estén bien doraditos. Los sacamos entonces del fuego a un plato con papel de cocina, para retirar el aceite sobrante. Cuando hayan escurrido, lo pasamos al plato de servicio y acompañamos servidos de la salsa elegida. ¡¡Y a disfrutarlas antes de que se enfríen!!

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92. Versión Exprés del Pollo al Curry Rojo (26 min)

No podemos dejar pasar la oportunidad que se nos brinda al tener en nuestra nevera la pasta de curry rojo y el resto de leche de coco que usamos ayer. Para darles uso, vamos a cambiar el ingrediente principal, metiendo pollo en esta ocasión y haciendo una versión un poco más “cañera”. Me refiero a que, si pudisteis bien con el picante de los langostinos… ¿porqué no darle un poco más de potencia? Jejeje… Vamos a por ello, aunque, si no os atrevéis, libertad absoluta para poner menos cantidad de curry, ¿ok?

Necesitaremos para una ración de nuestro curry de pollo:

  • 220 gr de pollo (solomillitos o pechuga, para que podamos hacer tacos con ello)
  • 45 gr de arroz para guarnición (del que tenemos empezado tras el último curry. Si vais a hacer las dos recetas seguidas, podéis cocerlo todo de una vez y reservar la mitad en la nevera entre un plato y otro)
  • 70 gr de cebolleta picada (de la que habíamos empleado para la Ensalada de Salmón Marinado)
  • 30 gr de zanahoria
  • 1,5 cucharadas de pasta de curry rojo (del que hemos empezado para el Curry Thai de Langostinos)
  • 200 ml de leche de coco (igualmente, del que empezamos para el Curry Thai)
  • 1 ramita de cilantro (también, como los dos anteriores… jejeje)
  • 3 cucharadas de aceite de girasol
  • Sal

Para preparar nuestro curry de pollo, al igual que en la receta anterior, lo primero que haremos será cocer el arroz que nos servirá de guarnición, en abundante agua hirviendo con sal, siguiendo las indicaciones del fabricante. Si ya lo tenéis cocido de la receta anterior, ¡una cosa menos! Podéis pasar directamente a preparar el curry, porque en este caso no saltearemos el arroz después de cocido, sino que simplemente lo escurriremos y mantendremos caliente hasta que termine de hacerse el curry.

Para preparar el pollo, lo primero que haremos será picar las hortalizas. Cortaremos la zanahoria  en cubitos de unos 0,5 cm de lado y la cebolleta en tiras un poco más grandes que en el curry anterior: como de 1 cm de ancho y 2,5 cm de largo. Reservamos en un plato y, por otro lado, cortamos el pollo en tacos de unos 2cm de lado, aunque no hace falta que sean regulares del todo.

Cuando lo tengamos, pondremos una cazuelita pequeña al fuego, al 60% de potencia, con las tres cucharadas de aceite de girasol. Cuando éste esté caliente, añadiremos la cebolleta y rehogaremos durante dos minutos, tras ello, añadimos la zanahoria y rehogamos todo junto durante 6 minutos más.

Ahora, que ya tendremos pochadas las verduras, lo que haremos será añadir a la cazuela la pasta de curry rojo y los tacos de pollo ligeramente salados. Le damos una pequeña  vuelta para que el pollo se selle e, inmediatamente después, añadimos también la leche de coco y la ramita de cilantro picada. Bajamos el fuego y dejamos cocinar todo durante 9 minutos más. Apagamos entonces el fuego, probamos y corregimos de sazón y finalmente servimos el curry acompañado del arroz (y de un vaso de agua al menos, jejeje).

Buen provecho!!!

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91. Curry Thai de Langostinos y Leche de Coco (25 min)

Vamos hoy con algún plato un poco más “contundente”, que ya nos va haciendo falta un poco de proteína. Con él, nos iniciamos con un ingrediente especial que a mí me encanta: la pasta de curry rojo. Este ingrediente, clave en la cocina India y tailandesa, ya es muy fácil de encontrar en grandes superficies, con lo que ya no será necesario que vayáis a  tiendas especializadas en productos asiáticos. Viene siempre en tarro de cristal y podréis encontrarlo con múltiples marcas. En mi caso, usé el de la marca Blue Dragon, que es el que encontraréis más fácilmente y es algo menos picante que otros que podáis encontrar en el mercado (tenedlo en cuenta si compráis otros, jejeje). Pues bien, dicho esto, vamos a ver qué es lo que necesitamos para nuestra primera receta con pasta de curry rojo:

  • 8 langostinos grandes, crudos (de los que nos quedaban en el congelador después de preparar el Guiso de Garbanzos y Langostinos)
  • 10 gr de apio (un tallo, del que habíamos empezado para la Ensalada de Atún con Yogur y Manzana Verde)
  • 35 gr de cebolleta picada (de la que habíamos empleado para la Ensalada de Salmón Marinado)
  • ½ diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva suave (o bien una de aceite de oliva y otra de girasol)
  • 2 cucharaditas de pasta de curry rojo
  • 1 lima (el zumo)
  • 200 ml de leche de coco (podéis comprar un bote grande y reservar el resto en la nevera, lo utilizaremos enseguida para la próxima receta).
  • 2 vainas de cardamomo (que teníamos en la despensa después de preparar los vasitos de arroz con leche)
  • 50 gr de arroz para guarnición
  • Cilantro fresco
  • Sal

Para preparar esta receta, lo primero que haremos será poner una olla pequeña a calentar, con abundante agua y un poco de sal, para cocer el arroz de guarnición según nos indique el fabricante. Esto nos supondrá unos 20 minutos de cocción que emplearemos para preparar el resto del plato.

Lo que haremos en segundo lugar será picar el  ajo y el apio, al que le habremos quitado las hebras y limpiado bien. Tras ello, cortaremos la cebolleta en tiras finas, de unos 3 mm de ancho por un par de centímetros de largo. Reservamos las verduras a un lado y vamos con los langostinos. Los pelaremos y quitaremos la cabeza y, si son grandes, los cortaremos por la mitad para que nos resulte cómodo tomarlos de un solo bocado. Los tapamos y reservamos en la nevera hasta el momento de usarlos.

Por último, en cuanto a los “preparativos” tendremos que picar cilantro fresco al gusto. Si no nos gusta mucho el sabor del cilantro, podemos omitirlo, pero la verdad es que le da un toque de frescura al plato y resalta su sabor. ¿Os digo un truco para picar el  cilantro y otras plantas similares (perejil, eneldo, etc.)? Pues ahí va, coged la cantidad que queráis utilizar y meterla entera en una taza. Coged ahora las tijeras de cocina y dar cortes a discreción dentro de la taza hasta que tengamos las hierbas picadas. Fácil, ¿eh?

Pues bien, ya lo tenemos casi todo listo, así que es momento para encender el otro fuego (en el primero todavía estará el arroz hirviendo). En este segundo fuego, que pondremos al 60% de potencia, pondremos el wok o una sartén profunda y añadiremos las dos cucharadas de aceite de oliva suave (o la mezcla que os decía al principio). Tan pronto esté caliente, añadiremos al wok la cebolleta y rehogaremos durante 1 minuto. Pasado éste, añadiremos el apio y el ajo y rehogaremos durante otro minuto. Ahora, llega el turno de añadir el curry, la leche de coco y el zumo de la lima; y dejaremos que la mezcla se cocine durante 5 minutos más. Probamos de sazón y corregirmos si es necesario. Si queremos que la mezcla nos quede más espesa, podéis dejarlo más tiempo, pero no menos ya que la pasta de curry necesita estar cocinada para que no resulte indigesta.

Ahora llega el toque final, si el arroz aún no está cocido, apagar el fuego del wok y esperar a que termine. Cuando el arroz esté listo, escurrirlo muy muy bien, pues para el toque final deberemos tenerlo de este modo. ¿Tenemos el arroz cocido escurrido y ya han pasado los 5minutos de reducción de la salsa? Perfecto, pues lo que haremos ahora será encender nuevamente los dos fuegos al 60% de potencia. En uno de ellos ponemos el wok y añadimos los langostinos y la mitad del cilantro picado para que se cocinen en la propia salsa. En el otro fuego, pondremos una sartén con una cucharada de aceite de oliva y saltearemos el arroz. Ambas cosas tardarán unos 3 minutos en estar listas. Cuando lo estén, apagamos ambos fuegos y emplatamos. Pondremos a un lado el arroz salteado y junto a él el curry, espolvoreando un poco más de cilantro picado sobre éste antes de servir. Y ¡listo! Espero que os guste y lo disfrutéis.

ega el turno de añadir el curry, la leche de coco y el zumo de la lima; y dejaremos que la mezcla se cocine durante 5 minutos más. Probamos de sazón y corregirmos si es necesario. Si queremos que la mezcla nos quede más espesa, podéis dejarlo más tiempo, pero no menos ya que la pasta de curry necesita estar cocinada para que no resulte indigesta.

Ahora llega el toque final, si el arroz aún no está cocido, apagar el fuego del wok y esperar a que termine. Cuando el arroz esté listo, escurrirlo muy muy bien, pues para el toque final deberemos tenerlo de este modo. ¿Tenemos el arroz cocido escurrido y ya han pasado los 5minutos de reducción de la salsa? Perfecto, pues lo que haremos ahora será encender nuevamente los dos fuegos al 60% de potencia. En uno de ellos ponemos el wok y añadimos los langostinos y la mitad del cilantro picado para que se cocinen en la propia salsa. En el otro fuego, pondremos una sartén con una cucharada de aceite de oliva y saltearemos el arroz. Ambas cosas tardarán unos 3 minutos en estar listas. Cuando lo estén, apagamos ambos fuegos y emplatamos. Pondremos a un lado el arroz salteado y junto a él el curry, espolvoreando un poco más de cilantro picado sobre éste antes de servir. Y ¡listo! Espero que os guste y lo disfrutéis.

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76. “Falso” Falafel con Salsa de Yogur (16 min + previo opcional -25 min-)

A este plato lo he llamado falso falafel porque realmente no sigue la receta tradicional árabe, pero sí que se aproxima mucho en sabor y textura a este fabuloso entrante. Una de las principales diferencias con la receta clásica es que nosotros usaremos los últimos garbanzos cocidos que nos faltaban por cocinar, mientras que la receta clásica usa los garbanzos solamente remojados (12-24h). Otro día nos atreveremos con la receta clásica, pero vamos a empezar hoy por esta que es un poco más sencilla y con ingredientes que podéis conseguir fácilmente.

Para preparar 6 bocaditos de falso falafel necesitaréis:

  • 170 gr de garbanzos cocidos (de los que cocimos para la receta del hummus y para el Guiso de Langostinos y Garbanzos. Si no los tenéis cocidos, en la receta del hummus podéis ver cómo hacer este paso PREVIO. También podéis optar, si preferís, por garbanzos en conserva).
  • 1 cucharadita de pasta de sésamo o tahine (de la que habíamos usado para el paté de berenjena y el hummus)
  • 30 gr de cebolla
  • ½ diente de ajo
  • 1 cucharadita de perejil fresco picado
  • ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón picante
  • ½ cucharadita, de las de moka, de cominos molidos
  • 1/3 cucharadita, de las de moka, de canela molida.
  • 1 huevo, harina, pan rallado y aceite para rebozar y freír.

 Para la salsa:

  • Un yogur griego
  • ½ diente de ajo (el otro medio que no hemos gastado para el falafel 😉  )
  • 5 gr de cebolla
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharada de mahonesa.
  • Una pizca de sal.
  • 1 pizca de perejil fresco picado para decorar.

Para preparar nuestro plato, lo primero que tenemos que hacer es poner los garbanzos cocidos en un bol y machacarlos bien con ayuda de un tenedor hasta formar una pasta. No importará mucho que queden algunos trocitos de garbanzo; esto le dará alegría al plato.

A continuación, lo que haremos será picar lo más finamente posible la cebolla, el ajo y el perejil. Reservamos una parte de éstos para la salsa y el resto lo echamos en el bol con los garbanzos. Tras ello, añadiremos las especias (canela, comino y pimentón), el tahine, un poco de sal y removemos bien hasta tener una mezcla homogénea, que guardaremos en el frigorífico hasta el momento de freír.

Pasaremos ahora a preparar la salsa. Es muy fácil. Sólo tenéis que poner en el vaso de la batidora todos los ingredientes menos el perejil, batimos, probamos de sazón y corregimos si es necesario. La vertemos en el recipiente donde la vayamos a servir y espolvoreamos con el perejil picado. Si no se va a consumir inmediatamente, taparla y meterla en la nevera.

Pues bien, ya casi hemos terminado. Ahora nos toca sacar de la nevera nuestra pasta de garbanzos, con la que conformaremos nuestros bocaditos en forma de hamburguesas. Los pasamos por harina, huevo y pan rallado para rebozarlos. Una vez listos, los freiremos en una sartén con abundante aceite de oliva, al 70% de potencia, unos 30-40 segundos por cada lado. Tened cuidado al darles la vuelta para que no se abran. Cuando estén listas, las sacamos a un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de grasa. Por último, emplatamos y servimos acompañados de la salsa de yogur y, si queréis, el último pan de pita que os haya quedado después del hummus y la pita noruega . Y… ¡¡a disfrutar!!

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75. Guiso de Garbanzos con Langostinos (30 min + previo opcional)

Cuando mi compi de cata, David, me habló de esta receta no pude evitar quedarme sorprendida por la combinación. ¡No se me habría ocurrido nunca mezclar langostinos con garbanzos! Desde luego, tenía curiosidad por saber cómo abordar esa combinación en un guiso… No hizo falta tirarle mucho de la lengua para que revelara el secreto 😉 cosa que le agradezco enormemente porque el resultado es espectacular. ¡Menudo saborazo! ¡Os animo a probarlo!

Vamos allá con los ingredientes, como siempre, para una persona (ya sabéis, si sois más, a multiplicar…):

  • 100gr de garbanzos cocidos (de los que cocimos ayer para la receta del hummus. Si no los tenéis cocidos, ver en esta receta el paso PREVIO. También podéis optar, si preferís, por garbanzos en conserva).
  • 1 tomate (de 100gr)
  • 30 gr de cebolla
  • 60gr de pimiento rojo
  • 3 cucharadas de aceite
  • 150 gr de langostinos crudos (yo descongelé con tiempo unos que tenía en el congelador tras la receta de sándwich de gambas y pimientos del piquillo rellenos de gambas).
  • 2 cucharadas de brandy (también teníamos una botella abierta de cuando preparamos los muslitos de pollo en pepitoria de piñones).
  • ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón dulce
  • ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón picante
  • 4 cucharadas de tomate frito
  • 200 ml de agua
  • Sal

Para preparar este guisito, lo primero que tenemos que hacer es picar en pequeños cubos los ingredientes del sofrito (cebolla, pimiento y tomate) y reservarlos por separado. Pondremos una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra a calentar, al 50% de potencia. Cuando esté caliente, añadiremos en primer lugar la cebolla, que rehogaremos durante 2 minutos. Tras esto, añadiremos el pimiento y seguiremos rehogando, removiendo a menudo, durante 5 minutos. Pasado este tiempo, tendremos que añadir el tomate en cubitos y los dos pimentones. Removeremos bien y rehogaremos 2 minutos más. Por último, añadiremos el tomate frito, rehogaremos un minuto más y apagaremos el fuego; reservando nuestro sofrito en la sartén.

Si tenemos maña, el siguiente paso lo podemos ir haciendo entre los intervalos de espera del sofrito. Si no la tenemos, no pasa nada, podemos empezar ahora con él  😉  En cualquier caso, lo que nos toca ahora es preparar el caldo. Para ello, pelaremos los langostinos, reservaremos la carne en el frío, y las cabezas y las carcasas las pondremos a dorar en una cazuela con una cucharada de aceite. Cuando estén doradas (2-3 minutos después), añadiremos las dos cucharadas de brandy y dejaremos que reduzca otro par de minutos. Añadiremos ahora los 200 ml de agua y un poco de sal y dejaremos cociendo todo junto durante unos 10 minutos.

Si ya tenemos listo el sofrito y el caldo… ¡ya lo tenemos casi todo! Verteremos ahora el sofrito en la cazuela de las gambas, lo mezclaremos y lo trituraremos muy muy bien con la ayuda de la batidora (al menos durante un par de minutos). Nos quedará un puré “sospechoso” que tendremos que filtrar bien con ayuda de un colador. La pasta de carcasas de gambas la tiraremos y nos quedaremos con el sabroso líquido que va a constituir el caldo de nuestro guiso. Conviene que lo probéis ahora para corregir de sazón si fuera necesario.

Este caldo, lo pondremos en una cazuela al fuego, al 60% de potencia, a la que añadiremos los garbanzos cocidos y los langostinos crudos, y mantendremos al fuego durante 4 minutos, para que la salsa reduzca, los garbanzos se impregnen y se cocinen los langostinos. Apagamos el fuego, servimos y.. ¡¡¡disfrutamos!!!

¡Gracias David!

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