¡Madre mía! ¡Que ha pasado una eternidad desde que no os escribo! Aunque es verdad que las circunstancias no lo han hecho posible, he de disculparme por ello y… no se me ocurre una forma mejor de hacerlo que trayéndoos este “recetón”. Y no es por crearos expectativas sino porque, de verdad, esta es una de las creaciones de la que más orgullosa me siento últimamente. Forjada en la cabecita aprovechando varios de mis tantos ratos al volante y llevada a la práctica con todo el mimo que hace que luego ese cariño se saboree en el plato.
Resumiendo, que me enrollo de más: Si tenéis que conquistar a alguien, os recomiendo encarecidamente prepararle este plato mientras dure la temporada de setas. Eso sí, no olvidéis que la lista de ingredientes que os dejo a continuación es sólo para una persona. Si lo hacéis para más, bastará con multiplicar las cantidades. Pues bien, ahí va la lista:
- 145 gr de patatas monalisa (de las que usamos al preparar las Patatas al Ajo Cabañil)
- 100 gr de rebozuelos (podéis usar también otro tipo de setas como lengua de vaca o níscalos, que aguantan bien este tiempo de cocción).
- 1 diente de ajo pequeño
- 20 gr de avellanas tostadas (de las que nos quedaron tras preparar los Orecchietti con Brécol y Avellanas).
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 25 gr de panceta fresca de cerdo ibérico
- 250 ml de agua
- ½ hojita de laurel
- Sal
Para preparar esta receta, lo primero que hemos de hacer es pelar y tornear bien las patatitas. Si son pequeñas (as monalisa son las patatas que nos venden normalmente como patatas para guarnición), las cortaremos por la mitad, pero si son más grandes, las trocearemos en 4 o 6 partes para que nos queden pedazos de no más de 3 cm de lado. Tras ello, vamos a picar muy finamente el ajo y lo reservamos. También limpiaremos las setas, con un paño húmedo, y las cortaremos en tiras. Cortaremos también en tiras, de 1 cm de ancho, la panceta, eliminando la parte de la corteza. Por último, picaremos finamente las avellanas en el accesorio picador de la batidora, hasta reducirla prácticamente a polvo (aunque no importará que queden algunos trocitos pequeños). Hecho esto, ya tenemos todos los preparativos listos. Vamos allá con la cocción!
Lo que haremos ahora será poner una cazuela ancha (o rondón) al fuego, con las 3 cucharadas de aceite de oliva y al 60% de potencia. Cuando el aceite esté caliente, añadiremos el ajo picado, la panceta y la avellana molida, removiendo para que se dore todo y cocinando el conjunto durante aproximadamente un minuto. Tras ello añadiremos los trozos de patata y removeremos igualmente, durante otro minuto, para que se nos selle la superficie de la misma. A continuación, añadiremos los rebozuelos y repetiremos la operación (salteándolos durante otro minuto) y tras ello añadiremos los 250 ml de agua, sal y la media hojita de laurel. Dejamos cocinarse el conjunto durante 20 minutos sin tapar; pasado este tiempo, retiramos el laurel, tapamos la cazuela y dejamos cocinar, al 50% de potencia, durante 5 minutos más. Y… ¡Listo! Ya sólo nos queda emplatar nuestro guiso en una fuente bonita y disfrutar de todo su sabor.
Espero que os guste!!!