151. Orecchietti con Brócoli y Avellanas (30 minutos)

Parece que en los últimos días hemos estado un poco “coloraos” así que me apetece cambiar radicalmente de color. Para ello, no he encontrado mejor forma de hacerlo (ni más radical, jeje) que preparar una receta verde con brócoli o brécol. Lo vamos a hacer, además, aprovechando este tipo de pasta espectacular que compré en una tienda especializada en productos italianos importados en el madrileño barrio de las letras. ¿Qué cómo se llamaba la tienda? Jolín, pues la verdad que no me acuerdo, pero debo tener la tarjeta por ahí, así que la encontraré antes de que preparemos la segunda receta con esta pasta y os lo cuento.

¿Y por qué los orecchietti me parecen espectaculares? Pues porque es una pasta de tamaño justo para comer cómodamente, tienen un gran sabor y tienen además un huequito en uno de los lados que sirve de refugio a la salsa o al resto de ingredientes que les acompañen… Es decir, que con ellos es muy fácil llevarse un “bocado completo” a la boca con el que podamos apreciar todos los sabores de la receta. Os invito, desde luego, a probarlos con otras salsas que hemos preparado ya como el pesto genovés tradicional o el pesto rosso.

Me estoy enrollando tanto porque la receta de hoy es muy muy fácil, ya lo veréis, pero vamos a ir primero con la lista de ingredientes, que es muy corta también. Necesitaréis para una ración de este plato:

  • 130 gr de brócoli o brécol, como lo queráis llamar
  • 20 gr de avellanas
  • 80 gr de orecchietti
  • 10 gr de queso parmesano
  • 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Para preparar nuestra receta, lo primero que vamos a hacer va a ser poner una cazuela con agua y un poco de sal a hervir. Mientras se calienta, pesaremos las avellanas y las meteremos en el accesorio picador de la batidora. Las trituramos hasta casi dejarlas convertidas en polvo, y digo casi porque no nos interesa que quede un polvo fino, sino que lo que debemos buscar es que nos queden algunos trocitos grandes. En este punto, separaremos los trocitos grandes en una taza y el polvo lo pondremos en una sartén, sin nada de aceite, para tostarlo y sacarle otros aromas. Pondremos el fuego de la sartén al 60% y removeremos a menudo para evitar que se queme. En cuanto empiece a soltar aroma y verse ligeramente más oscuro, apagaremos el fuego y dejaremos enfriar nuestro polvo de avellana tostada.

Cuando terminemos esta operación, pasaremos al brécol, la cantidad que os he dicho, porque os hagáis una idea, es aproximadamente 1/3 de una pieza normal de brécol. Pues bien, lavaremos y secaremos bien las ramitas y, con ayuda de un rallador, las convertiremos en “virutas” de brécol, comenzando por la parte de la flor y desechando los troncos. Mientras estemos haciendo esto, seguramente el agua ya haya empezado a hervir y sea hora de introducir la pasta al fuego. Seguid las instrucciones del fabricante para controlar el tiempo de cocción, pero quitarle un minuto, para dejarlo al dente y que no se nos pase al calentarlo nuevamente en la fase final del plato.

Mientras la pasta se cuece, rescataremos nuestro polvo de avellana tostado y lo pondremos en un bol, donde rallaremos e introduciremos 10 gr de queso parmesano (bueno, mejor 8gr y reservamos los 2 gramos restantes a parte para la decoración final del plato). Tras ello, añadiremos al bol tres cucharadas de un buen aceite de oliva virgen, de ese que os gusta para tomar en crudo. Removeremos y reservaremos la pasta que nos quede para utilizarla en breve.

Llegados a este punto, ya habrá terminado de cocerse la pasta y debemos sacarla del fuego y escurrirla bien. Cuando esté bien escurrida, echaremos mano de nuestro wok (aunque también os vale una sartén profunda antiadherente) y lo pondremos a calentar al 70% de potencia. Cuando el wok esté caliente, añadimos las otras 3 cucharadas de aceite de oliva que nos restaban e inmediatamente después añadiremos los cubitos grandes de avellana que habíamos separado y, apenas 15 segundos después, añadiremos las virutas de brécol. Removemos vigorosamente y cocinamos durante 45 segundos, tras los cuales añadiremos los orecchietti escurridos y un poco de sal. Removeremos el conjunto durante aproximadamente un minuto más (el que le habíamos restado a la cocción de la pasta en el agua) y apagamos el fuego. Ya con el fuego apagado, echaremos el el wok la pasta de polvo de avellana y parmesano y removeremos hasta integrarla en el conjunto. Es muy importante que este paso lo hagáis ya con el fuego apagado, para no perder los sabores del aceite de oliva virgen crudo, que son fundamentales en el plato. Y… ¡ya lo tenemos! Sólo nos queda servir desde el wok al plato que hayamos elegido, decorar con el parmesano rallado que hemos reservado y disfrutarlo!!! Esta feo que yo lo diga… pero es una receta deliciosa 😉 Ya me contaréis cuando la hayáis probado.

Un abrazo amigos!!

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147. Tallarines con albóndigas, como en “La Dama y el Vagabundo” (30 minutos)

Siempre me ha llamado la atención ver en las películas de animación cómo los platos de espaguetis o tallarines eran representados a menudo acompañados con albóndigas. El mejor ejemplo de ello, el famoso clásico de Disney que da nombre a nuestra receta.

Dejando a un lado la animación, he de decir que realmente nunca he visto esta receta en un restaurante y por tanto tampoco la he probado, pero como fan de la pasta que soy… ¡Me parecía una idea de lo más sugerente! Y esta idea que llevaba meses rondándome la cabeza, llega hoy ante vosotros, aprovechando el fantástico recurso que nos quedó tras la última receta (nuestros 13 kumatos cherry asados con el líquido de cocción de la verdura). Pero no nos adelantemos, vamos mejor con la lista completa de ingredientes.

Para una ración necesitaréis:

  • 12-13 kumatos cherry asados, junto al líquido de cocción que habíamos reservado de nuestra receta de Empanada de Atún y Tomatitos al Horno.
  • 70 gr de tallarines
  • ½ diente de ajo
  • 110 gr de ternera (en un filete)
  • 10 gr de jamón serrano (mejor ibérico)
  • 10 gr de mantequilla
  • 1 cucharada de maicena
  • 1 cucharada de aceite de oliva + aceite extra para freír.
  • Unas hojas de albahaca.
  • Sal

Para preparar nuestra receta, lo primero que vamos a hacer va a ser preparar la base de la salsa. Para ello, cogeremos nuestros tomates con el jugo de cocción, los trituraremos con la batidora y pasaremos el resultado por un chino para eliminar las semillas y los posibles restos de piel. Reservamos la salsa filtrada en un bol hasta el momento final de la receta.

A continuación, lo que tendremos que a hacer será poner abundante agua a calentar en un cazo con un poco de sal, que vamos a usar para cocer la pasta.

Mientras llega a ebullición (en cuyo momento añadiremos la pasta y mantendremos el tiempo que indica el fabricante) aprovecharemos para meter en el accesorio picador de la batidora: el filete en trocitos, el medio diente de ajo, el jamón serrano y la mantequilla en cubitos. Añadimos una pizca de sal y picamos, poniendo cuidado de que no se nos vuelva una pasta, sino que se sigan distinguiendo los trocitos de carne. Cuando tengamos nuestra mezcla, cogeremos porciones del tamaño de una cucharita y daremos forma de albóndiga, repitiendo la operación hasta terminar con la pasta. Cuando tengamos todas nuestras bolitas, lo que vamos a hacer es poner una sartén a calentar, con abundante aceite de oliva, al 70% de potencia. Mientras el aceite se calienta, pasaremos las albóndigas por maicena, sacudiendo el exceso de ésta y a continuación las freiremos solamente 30 segundos por cada lado, pues el aceite estará bien caliente. Pasado este tiempo, las sacamos del fuego y reservamos en un plato.

Para cuando llegue este momento, seguro que ya habrá terminado de cocer la pasta!! Estad atentos al momento en cuestión y sacar la pasta del agua, reservándola en un escurridor.

Ya tenemos las tres partes de la receta listas! Pues ahora sólo nos falta la fase final. Pondremos una sartén al fuego, con una cucharada de aceite de oliva, al 60% de potencia. Cuando el aceite esté caliente, añadiremos la salsa de tomate, removeremos durante un minuto y añadiremos a continuación las albóndigas, removiendo y manteniendo durante un minuto más.

Por último, comprobaremos la temperatura de la pasta (le daremos un toque al micro si es necesario corregirla) y cuando esté a la temperatura ideal, añadiremos la salsa con las albóndigas y serviremos espolvoreando con un par de hojitas de albahaca fresca picadas.

El resultado… está mal que yo lo diga… pero es para chuparse los dedos!!! Estáis invitados desde hoy a probarlo.

¡Un beso fuerte!

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137. Maccheronni con Salsa Pesto (19 min)

¡Qué hambre tengo hoy! Son las 20:30 de la noche cuando empiezo a escribir este post y ¡aún no he comido! La verdad es que mis jefes no deben tener queja de mi dedicación, eh?? 😉 Así que voy a poneros hoy una receta lo suficientemente rápida como para poder ponerme a hacer una comida-merienda-cena que me aporte energía al cerebro.
Os presento hoy la que es una de mis recetas de pasta favoritas, yo la recomiendo especialmente para aquellos “días después” de haber salido de fiesta; en los que uno se levanta tarde, se ha saltado el desayuno y pasa directamente a la comida. Se me ocurrió preparárosla hoy no porque haya salido de fiesta (que también, jejeje) sino porque teníamos olvidado en nuestra nevera un pedacito de parmesano que nos va a venir genial para esta receta.
Pero no me adelanto y os cuento todos los ingredientes de una vez. En esta ocasión, las cantidades de la salsa os valdrán para dos raciones de pasta. Si no vais a compartirla, una opción muy recomendable es congelarlo, pues no pierde ninguna propiedad con ello y es genial para una “emergencia” de esas de domingo por la mañana que os comentaba antes.

Necesitaréis entonces:

Para preparar nuestra receta, lo primero que haremos será poner el agua a hervir y, cuando esto ocurra, coceremos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante (los minutos que indique el paquete). Mientras se cuece la pasta, meteremos todos los ingredientes restantes en el accesorio picador de la batidora y… picaremos. (Jijiji, ¡vaya sorpresa!). Probaremos de sal y corregiremos si es necesario.

Cuando la pasta esté hervida, la escurrimos bien y la servimos con un par de cucharadas de nuestra salsa pesto y ¡listo! Más fácil, imposible, ¿verdad? Bueno, como observación os añadiré que, si os gusta la pasta bastante caliente, podéis darle un toque de calor a la pasta y la salsa. Con 1 minuto extra en el microondas, bastará.
Espero que os animéis a hacerla y la disfrutéis tanto como yo.

NOTA: Tanto si congeláis la segunda ración de salsa como si la queréis usar en otro momento, debéis de tener la precaución de no calentarla demasiado (si usáis microondas) pues podríais fundir el queso y hacer que luego se unan unos trozos a otros formando grumos. Si usáis el micro, siempre a baja potencia y no más de 2 minutos.

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132. Canelones de Espinacas y Setas (33 min)

Disculpadme chicos, voy constantemente con la lengua fuera y no me da la vida para publicar a tiempo las recetas que voy enlazando! Pero no me puedo quejar, afortunadamente es por trabajo y ocio, y siempre es bueno que no nos falte ni una cosa ni la otra, jeje. El caso es que la receta que os voy a relatar hoy, la enlazaremos perfectamente con nuestro último plato: la crema de espinacas, dando salida a la otra media bolsita de espinacas baby que habíamos comprado. En esta ocasión, os diré que no estoy nada orgullosa de la foto, pues el aspecto del plato en directo y, sobre todo, el olor, despiertan mucho más los sentidos de lo que pueda parecer al ver esta fotografía. Este es un plato que inventé hace años ya para aprovechar igualmente unas espinacas sobrantes y me pareció fascinante su sabor, por lo que quedó automáticamente incorporado a mi recetario personal 😉 ¿Os parece si empezamos?

Vamos allá con la lista de ingredientes para 3 canelones bien rellenos, como los de la foto:

  • 3 placas de lasaña precocida (de la que no hay que hervir, como las que usamos para la Lasaña fría de Bonito y Tomate Cherry). Podéis usar la de canelones, pero entonces necesitaréis 4 o 5, porque no os dará de sí para enrollar todo el relleno.
  • 60 gr de espinacas baby frescas (las que no utilizamos para las Espinacas a la Crema del otro día).
  • 60 gr de setas shitake (yo compré un puñadito de este tipo, para enlazar recetas posteriores, pero podéis sustituirlas por champiñón. Si optáis por este cambio, recomiendo ponerlos laminados y en crudo, pues la textura final será más interesante).
  • 60 gr de queso philadelphia (esto equivale a unas tres cucharadas grandes).
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • 2 cucharadas de nata (de la que empezamos para las Espinacas a la crema).
  • 1 tacita, de las de café expreso, de leche
  • 1 cucharadita, de las de moka, de harina.
  • Sal

Para preparar nuestra receta, lo primero que haremos será poner a remojo las placas de lasaña el tiempo que indica el fabricante (normalmente serán unos 10 minutos en agua templada). Al mismo tiempo, aprovecharemos para poner a calentar el horno, a 200 grados).
Lo siguiente que haremos será limpiar las setas con un paño húmedo (no las pongáis bajo el grifo, que cogerán demasiada agua) y después cortarlas en tiras finas; que saltearemos en una sartén, con una cucharadita de aceite, al 80% de potencia durante minuto y medio. Pasado este tiempo, sacaremos del fuego y reservamos.
Por otro lado, en un cazo, pondremos fondo de aceite a calentar (como de un dedo de profundo) al 80% de potencia. Cuando el aceite esté caliente, añadiremos las espinacas y taparemos inmediatamente para evitar salpicaduras. Mantenemos así durante 2 minutos y tras ello las sacamos y ponemos a escurrir en un colador, para que pierdan todo el aceite posible (dejar unos 4 minutos reposando para que esto ocurra).
Hecho esto, ya tendremos todos los preparativos para el relleno de los canelones, así que sacaremos las placas del agua y las secaremos bien. En cada extremo de las mismas, pondremos la cucharada de philadelphia (20 gr por canelón), un tercio de las setas salteadas y un tercio de las espinacas rehogadas. Salamos ligeramente y enrollamos sobre sí mismo para formar el canelón, que pondremos en una fuente apta para horno. Repetimos la operación hasta tener listos los tres.
Ahora, retiraremos todo el aceite de cocinar las espinacas del cazo salvo, aproximadamente, dos cucharadas, que mantendremos en el cazo para preparar la bechamel. Encendemos el fuego al 60% de potencia y, cuando esté caliente, añadiremos la cucharadita de moka de harina. Removemos bien y cuando se haya impregnado del aceite, añadiremos poco a poco la leche, removiendo bien para evitar los grumos (si salen grumos podemos usar la batidora). Añadimos también la nata, sazonamos y retiramos el fuego.
Cuando tengamos lista esta bechamel, regamos con ella los canelones y metemos en el horno para gratinar durante 6-7 minutos. Pasado este tiempo, sacamos del horno y servimos, y…

¡Ya está todo listo para disfrutar! ¡Buen provecho amigos!

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115. Vitello Tonato (50 min + reposo)

Hoy tenemos entre manos un clásico plato italiano, el vitello tonato. Traducido al castellano su nombre sería ternera (=vitello) con salsa de atún (“atunado” sería la traducción literal, concretamente). Este clásico nos va a permitir gastar parte de las alcaparras y las anchoas que aún teníamos en la nevera tras las últimas recetas. Siempre enlazando para aprovechar!! Ese es el espíritu. Aunque este plato tradicionalmente se toma frío, a mí me gusta tomarlo templado, para apreciar más los sabores. Pido perdón a los puristas por ello 😉
Vamos allá con la lista de ingredientes, en esta ocasión, prepararemos 3 raciones para ser capaces de trinchar la carne medianamente bien. Necesitaremos:

  • 600 gr de redondo de ternera (comprad un poco más, unos 200 gr extra, que los usaremos para la siguiente receta)
  • 30 gr de zanahoria (aproximadamente una)
  • 30 gr de apio (aproximadamente una ramita)
  • 75 gr de cebolla limpia (aproximadamente media)
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite
  • 1 cucharadita, de las de moka, de perejil
  • 1 cucharadita, de las de moka, de tomillo
  • 1 cucharadita, de las de moka, de romero
  • 100 ml de un buen vino blanco seco
  • 1 lata de atún (62 gr)
  • 15 gr de alcaparras (de las que empezamos para preparar la salsa tártara del fish & chips)
  • 4 filetes de anchoa en aceite (de las que empezamos para preparar los tallarines a la putanesca)
  • 15 gr de miga de pan (mejor si es candeal)
  • 50 ml de nata para cocinar
  • 35 gr de mahonesa ligera (aprox 1 cucharada y media)
  • Sal y pimienta negra

Para preparar nuestro plato, lo primero que haremos será poner el horno a calentar a 180 grados. Mientras se calienta, pelaremos y picaremos las zanahorias (en cubos de 1cm de lado), limpiaremos y picaremos el apio y picaremos también la cebolla (todo en cubos del mismo tamaño) y el diente de ajo.

Tras ello, sazonaremos la carne con sal y unas vueltas de molinillo de pimienta negra. Cogeremos una bandeja pequeña para horno y echaremos en el fondo una de las cucharadas de aceite de oliva. Sobre ella pondremos nuestra carne y la regaremos con la otra cucharada de aceite. Alrededor de la carne dispondremos las hortalizas y las hierbas aromáticas picadas y tras ello introduciremos la bandeja en el horno.

Hornearemos 15 minutos sin ventilador y, pasado ese tiempo, regaremos la carne con el vino y seguiremos horneando 16 minutos más (si nos gusta la carne más hecha, dejarle unos 3 minutos más, pero tampoco os paséis que la carne puede hacerse demasiado). Pasado este tiempo, sacamos la bandeja del horno y ponemos la carne en un plato para que se enfríe más rápidamente.

Entre tanto, el resto del contenido de la bandeja (las verduras y el líquido de cocción) lo pasaremos al vaso de la batidora y le añadiremos la miga de pan, las anchoas, las alcaparras y el atún bien escurridos, la nata y un pelín de sal. Trituramos y, cuando tengamos ya una salsa fina, añadimos la mahonesa y batimos un poco más para que se termine de mezclar.

Por último, cuando la carne se haya enfriado, la trincharemos con más o menos maña en filetes finos. Los dispondremos en el plato y verteremos unas cucharadas de salsa por encima. Y… ya lo tenemos listo!! Podemos decorar con unas alcaparras y templar si se desea. Espero que lo disfrutéis.

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111. Tallarines a la Putanesca (21 min)

La primera vez que pedí este plato en un restaurante casi me dio vergüenza pronunciarlo, y es que el nombre me sonaba fatal. El caso es que no iba desencaminada, pues ahora, cuando me he documentado un poco más sobre este plato antes de contaros cómo hacerlo, he descubierto que efectivamente el término putanesca hace referencia al “estilo de las prostitutas”. Lo que no queda claro en cuanto al origen es si era una receta de uso general en los prostíbulos italianos o si era una receta magistral de alguna meretriz en concreto. Sea como fuere, es una receta que nosotros vamos a utilizar hoy para irle dando salida a las alcaparras que empleamos para hacer la salsa tártara en nuestra última receta.

Vamos allá, si os parece, con la lista de ingredientes para una ración:

  • 70 gr de tallarines
  • 12 gr de alcaparras (=1 cucharada. De las que empezamos en la receta de Fish & Chips).
  • 1/3 de diente de ajo
  • 1 cayena
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 5 filetes de anchoa en conserva (comprad un botecito mediano, que el resto lo vamos a usar en próximas recetas).
  • 15 gr de aceitunas negras sin hueso (Unas 5 unidades. Conservad el resto de aceitunas con el propio caldo, en un bote de cristal en la nevera, que lo usaremos también en próximas recetas).
  • 180 gr de tomates maduros
  • ½ cucharadita de las de moka de orégano seco.
  • Sal

Para preparar nuestro plato, lo primero que haremos será pesar y disponer todos nuestros ingredientes por separado en la mesa de trabajo o, lo que es lo mismo, preparar nuestro “mise en place”, vital para luego poder hacer toda la receta de carrerilla. Mientras hacemos estos preparativos, podemos poner una cazuela con agua y sal al fuego, para que la tengamos hirviendo cuando haya que poner la pasta a cocer. El resto de preparativos será picar finamente las alcaparras y el ajo, cortar las aceitunas en rodajitas, picar groseramente las anchoas y pelar los tomates y cortarlos en taquitos.

Cuando tengamos cortado todo lo anterior, pondremos una sartén pequeña al fuego, al 50% de potencia, con dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite se haya calentado, añadiremos la cayena y el ajo picado. 30 segundos después, añadiremos las alcaparras, las aceitunas y las anchoas, y rehogaremos durante 2 minutos, removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo, añadiremos los tomates picados y subiremos el fuego al 60% de potencia. Mantendremos en la sartén durante 7 minutos, removiendo de vez en cuando para que se integre bien la salsa.

Estos 7 minutos es justo lo que necesitaremos para meter los tallarines en el agua hirviendo y que terminen de cocerse al tiempo que se termine la salsa.

Y así será, cuando hayan pasado los 7 minutos, apagamos los dos fuegos, escurrimos bien la pasta. Añadimos el orégano a la salsa y comprobamos la sazón (recordad que no le hemos añadido sal, ya que las anchoas normalmente le aportan suficiente). Pondremos los tallarines en el plato de servicio con un pelín de aceite de oliva en crudo, y servimos con la salsa por encima (a la que le habremos sacado la vaina de cayena si no queremos sorpresas… jejeje). ¡Y a disfrutar de nuestro sórdido plato! 😉

Espero que os guste.

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