Hoy para cenar he preparado una sopita para entrar en calor. Y no es que el día de hoy haya sido ni mucho menos el más frío del invierno, pero sí que me pareció un buen plato para despedir esta estación. ¡Hoy ha llegado la primavera! ¡Qué ganas de sol tengo! Además, nos sirve para continuar gastando el chorizo que empezamos con las lentejas y el que usamos ayer para las brochetas.
Os cuento los ingredientes que necesitáis para una persona:
- 14 gr de pan, del día anterior, en 2 rebanadas.
- ½ diente de ajo
- 5 gr de chorizo en 3 rodajitas finas.
- 250 ml de un buen caldo de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva.
- ½ cucharadita, de las de moka, de pimentón
- Sal
- 2 huevos de codorniz o uno de gallina pequeño.
Para preparar la sopa, lo primero que haremos será cortar el medio diente de ajo en rebanaditas, lo más finas posibles. Después, ponemos un cazo pequeño a calentar, al 60% de potencia. En él echamos la cucharada de aceite y ponemos a dorar los ajos y los mantenemos, removiendo de vez en cuando, durante 1 minuto. Añadimos después las rebanaditas de chorizo y el pimentón, le damos un par de vueltas para que este último se mezcle bien con el aceite e, inmediatamente después, añadimos las rebanaditas de pan. Tener las rebanadas 15 segundos por cada lado para que empapen el aceite y se tuesten ligeramente.
Después, añadimos el caldo de pollo y un poco de sal y llevamos a ebullición. Dejar hirviendo 3-4 minutos para que se integren bien los sabores y, en ese momento, cascar los huevos de codorniz y echarlos en la sopa, removiendo suavemente con un cucharón. Dejamos que los huevos se cuajen de esta forma (escalfados) y en cuanto estén listos, servimos la sopa en un cuenco y ¡listo!
Nota: Para no tener problemas al cascar los huevos de codorniz os recomiendo que, con un cuchillo de sierra, los “serréis” ligeramente por un lateral hasta hacer una hendidura. Esta hendidura nos servirá para meter las uñas y abrir el huevo, sin correr riesgo de romper la yema.