157. Sándwich de Huevo y Espárragos Blancos (8 minutos)

Tras nuestra última receta nos habíamos dejado en la nevera un ingrediente a medias que tenemos que gastar ¿os acordáis? Se trata de medio huevo duro (bueno 1 y medio que es lo que os sugerí cocinar cuando preparamos el guiso suave de verdinas), ingrediente que nos inspira nuestra receta de hoy. Con este ingrediente he querido preparar un sándwich que me parece delicioso tanto para una cenita en casa como para llevarse al campo o incluso para el almuerzo en el trabajo. En la versión que os presento hoy, es un sándwich de sabor muy suave, pero admitirá que le deis “caña” añadiendo más cantidad de mostaza y/o unas gotitas de tabasco. Pero…. ¡me estoy adelantando! Voy a hacerlo bien y os doy la lista completa de ingredientes:

  • 1 huevo duro y medio, que como decíamos teníamos listos tras preparar Guiso suave de Verdinas. Pero, si no los tenemos, ya sabéis que basta con ponerlo en agua hirviendo durante 12 minutos.  
  • 90 gr de espárragos blancos en conserva
  • 20 gr de mahonesa (si el sándwich lo vais a “pasear”, es decir, llevar al campo o a la oficina, utilizar mahonesa de bote para no tener riesgos de salmonelosis).
  • ½ cucharadita, de las de moka, de mostaza antigua (la de las bolitas, ya sabéis).
  • 20 gr de requesón o ricotta
  • 1 cucharadita rasa, de las de moka, del verde de cebolleta picado.
  • 1 pizca de sal
  • 2 rebanadas de pan de molde

Para preparar nuestro sándwich, lo primero que vamos a hacer es poner los espárragos a escurrir, en el escurre-verduras o sobre papel de cocina, para que pierda la mayor cantidad posible del líquido de conserva. Tened en cuenta que todo el líquido que no pierdan se va a incorporar a nuestro sándwich, diluyendo el sabor y mojando el pan en exceso, así que esta parte del proceso tiene bastante importancia. 😉

Tras ello, pelaremos y picaremos en trozos medianos los huevos y los reservaremos en un cuenco. Añadiremos a este cuenco también la mahonesa, la mostaza, el requesón, la sal y la cebolleta y mezclamos bien.

Tras ello, cuando tengamos ya bien escurridos nuestros espárragos, los picaremos en trozos de 1 cm de largo y los añadiremos a la mezcla, removiendo un poco más para integrarlos. Probamos de sazón, corregimos si es necesario y cuando lo tengamos al gusto lo pondremos entre nuestras rebanadas de pan y… ¡a deleitarse tocan! Espero que esta receta, aunque sencilla, os saque de la monotonía en cuanto a lo que recetas improvisadas se refiere. 🙂

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133. Wok Picante de arroz con Shitake y Espárragos (15 min)

Llega la primavera y con ella el tiempo de los espárragos trigueros (ummm) y, por supuesto, las ganas de pasar menos tiempos en la cocina. Así que vamos a iniciar hoy una tanda de recetas rápidas para que podáis aprovechar el mayor tiempo posible del solecito y las terracitas. 😉 La receta que os propongo hoy, podéis utilizarla como guarnición o como plato único. Con estas cantidades, a mí me sirvió perfectamente como plato único, pero sé bien que algunos tenéis más saque que yo, así que sentíos libres de añadir ingredientes proporcionalmente o de bucear por el blog para encontrar algún plato con el que maridarlo. ¿Qué tal el wok de ternera con lima y pimientos o el de gambas con brócoli y salsa de ostras? Umm, se me hace la boca agua sólo de pensarlo, así que dejaré de pensar y me centraré en daros la lista de ingredientes, jejeje.
Aquí van; para una ración de este wok de arroz, necesitaréis:

  • 60 gr de arroz basmati (del que usamos por última vez cuando hicimos las albóndigas de pollo al curry)
  • 50 gr de setas shitake (del lote que compramos para preparar los canelones de espinacas y setas)
  • 50 gr de espárragos trigueros, limpios (compré un manojo, pero esta vez no enlazaré más recetas con ellos, porque cayeron una noche a la plancha con unas escamas de sal Maldón).
  • 8 gr de pimiento rojo picante (si os va la marcha, podéis usar chili, pero yo cogí uno ligeramente picante).
  • 3 cucharadas de aceite de girasol.
  • 1 cucharada de salsa de soja dulce.
  • 1 cucharada de salsa de soja normal.
  • 1 huevo pequeño.
  • 1 pizca de sal.

Preparar esta receta es, como os decía, facilísimo y muy rápido (si somos medianamente ágiles en nuestra cocina, jeje). Lo primero que haremos será poner una olla con agua y sal a cocer y, cuando hierva, añadiremos al arroz basmati y coceremos según indica el fabricante, pero dejándolo al dente (es decir, quitarme un minuto al tiempo de cocción que os indique en la bolsa).

Paralelamente, lavaremos y picaremos bien las verduras; el pimiento en tiras finitas, las setas en tiras un poco más grandes y los espárragos en rodajitas, dejando las yemas enteras. Reservamos las tres cosas por separado en un plato. Por otro lado, podemos adelantar también el tema “huevo”, o lo que es lo mismo, abrirlo y batirlo en un cuenco con una pizca de sal, como si fuese para tortilla.

Esperaremos que termine de cocer el arroz y tras ello lo escurriremos muy bien. Cuando lo tengamos, ya sólo nos queda la parte fácil. Pondremos el wok al fuego, al 80% de potencia (la cocina en wok siempre se debe hacer a fuego fuerte, no lo pondremos al máximo porque estamos cocinando cantidades pequeñas, pero si hacéis más cantidad, dadle caña). Cuando esté caliente, añadiremos el aceite de girasol y seguidamente el pimiento y los espárragos. Los salteamos moviendo enérgicamente para que no se nos queme durante 30 segundos. Pasado ese tiempo, añadimos las setas y seguimos salteando durante 1 minuto más. Ahora, añadiremos el arroz y lo salteamos durante otro minuto a la par que vamos añadiendo, con ayuda de una cuchara, el huevo en “hilo” para que se cuaje (esto es, literalmente, que el huevo caiga en hilo desde la cuchara y entre en contacto de la misma forma con las paredes del wok. De esta forma, el huevo cuaja también con forma de hilo, que es lo que buscamos para que se asemeje lo más posible a un plato puramente oriental). En cuanto lo tengamos todo incorporado, añadimos los dos tipos de soja; removemos bien, corregimos de sazón si es necesario y… servimos y devoramos inmediatamente!  🙂

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71. Crepes de Espárragos Trigueros y Salmón Ahumado (10 min + 30 de refrigeración)

Hoy seguiremos dando cuenta de los espárragos que nos quedan (alguno ha caído directamente a la plancha) con este caprichito. Es una de mis recetas favoritas para cualquier hora del día, pero os lo recomiendo encarecidamente si algún día decidís homenajearos (u homenajear) con un brunch. Lo más complicado de la receta es preparar los crepes, y esto, ya veréis, no tiene ningún misterio.
Aquí van los ingredientes que necesitaréis para preparar 3 mini-crepes como los de la foto:

Para la masa de crepe:

  • 1 huevo
  • 125 gr de harina
  • 250 ml de leche
  • 1 pizca de sal

Para el relleno:

Lo primero que tenemos que hacer para preparar los crepes es preparar la masa. Para ello, metemos en el vaso de la batidora el huevo, la harina, la leche y la sal y batimos bien hasta tener una mezcla homogénea. Cuando lo tengamos, tapamos el vaso con film y lo metemos en la nevera durante media hora.
Durante este tiempo, podemos aprovechar para hacer muchas cosas, ya que nu

estra única misión será limpiar y secar bien los espárragos. Nos quedaremos sólo con la parte más fresca y más tierna, cosa que conseguiremos cogiendo un extremo del espárrago con cada mano y doblándolo hasta que se quiebre. Desecharemos la parte del final y nos quedamos con la parte de la yema, que será la más crujiente y sabrosa.
Cuando hayamos hecho esto con todos los espárragos, los cocinaremos a la plancha en una sartén con una cucharada de aceite, al 60% de potencia, durante 5 minutos. Les debemos dar la vuelta a menudo para que queden bien doraditos por todos los lados. Cuando los tengamos, retiramos del fuego y los reservamos.

Ahora (si ya ha pasado la media hora de refrigeración que necesitábamos) ya ha llegado el momento de la verdad. ¡¡Nos toca cocinar los crepes!! Tenemos masa de sobra para hacer como unos 12-14 crepes, así que no os preocupéis si alguno se os estropea. Para hacerlos de un tamaño adecuado al resto de las cantidades, yo usé en esta ocasión la sartén antiadherente más pequeñita que tengo, de 18 cm de diámetro. La ponemos al fuego, al 50% de potencia y, cuando esté caliente, la retiramos y echamos 2 cucharadas de mezcla de crepe en la sartén. La extendemos bien con ayuda del revés de la propia cuchara por toda la superficie de la sartén y la ponemos de nuevo sobre el fuego. La deberemos tener así durante unos 45 segundos, o hasta que veamos que se empieza a despegar del fondo. En este punto, lo separamos desde el borde con cuidado y le damos media vuelta, para tenerlo otros 40 segundos de cocción. Ahora, con un “movimiento de brío” lo sacamos del fuego a un plato volteándolo de nuevo, para que la parte más caliente nos quede hacia arriba y se enfríe “con libertad” sin generar vapor que nos añadiría humedad al crepe. Si no os veis muy valientes para estos movimientos… también lo podéis hacer con cuidado, jejeje. Pero como tenemos masa de sobra, podemos hacerlo más divertido.

Pues bien, repetiremos la operación de la cocción del crepe hasta tener por lo menos 3 crepes bonitos. Pero si no estáis cansados y vais con tiempo, yo cocinaría al menos otros 3 o cuatro más pues, si lo guardáis en un tupper, los podréis consumir al día siguiente sin problemas, con esta misma receta o con vuestros rellenos salados o dulces favoritos…

Pero bueno, no fantaseemos con futuras comidas y centrémonos en terminar con la que tenemos entre manos. Cogeremos ahora tres de los crepes que hemos preparado y, sobre el fondo de cada uno de ellos, pondremos una fina capa de salmón ahumado (repartiendo los 50 gr a partes iguales). Sobre el salmón pondremos, sin extenderlo mucho, 15 gr de queso philadelphia en cada crepe y por último, en el centro de cada uno de ellos, tres espárragos a la plancha. Enrollamos bien, emplatamos y decoramos con cebollino picado por encima y… ¡¡¡A disfrutar!!!

Está feo que lo diga yo, pero ¡¡están buenísimos!!

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70. Crema Bicolor de Espárragos (20 min)

Como dice mi amiga Iassaka esta receta sí que es un espectáculo, no sólo por la presentación, que nos puede dar mucho juego (haciendo distintos dibujos con las cremas o incluso poniéndola en vasitos), sino por el saborazo y la textura que tiene. Siempre os invito a probar todas las recetas, pero especialmente en este caso no deberíais pasar por alto esta recomendación… Como se dice ahora, es un “must” 😉 Eso sí, esta receta va a poner a prueba vuestra capacidad para hacer dos cosas a la vez… ¿Quién se atreve?
Os cuento, sin entretenerme más, los ingredientes que necesitamos para cada ración:

Para la crema blanca:

  • 24 gr de cebolla limpia
  • 30 gr de nabo
  • 90 gr de espárragos blancos en conserva
  • 20 cl de nata (de la que nos ha sobrado tras preparar las cintas con calabaza)
  • 5 cl de agua
  • 10 gr de mantequilla
  • Sal

Para la crema verde:

  • 64 gr de espárragos trigueros
  • 10 gr de mantequilla
  • 10 gr de miga de pan candeal
  • 15 cl de un buen caldo de verduras (lo que sobre, congeladlo en raciones como hemos hecho otras veces)
  • Sal

Bien, pues ahora que lo tenemos todo, lo primero que tenemos que hacer es cortar la cebolla en juliana y el nabo en tacos por un lado y, por otro, cortar los espárragos verdes en rodajitas, dejando, eso sí, las yemas enteras. Cuando lo tengamos listo, pondremos dos cazuelas al fuego, al 60% de potencia, y en cada uno de ellos echaremos 10 gr de mantequilla para que se vaya derritiendo. Cuando esté templada, en la primera cazuela echaremos la cebolla en juliana y en el segundo, echaremos las rodajitas de espárragos verdes (menos las yemas). Rehogamos estos ingredientes en ambos cazuelas durante 2 minutos y, pasado este tiempo, añadimos el nabo al cazo de la cebolla y las yemas de espárragos verdes en el de los espárragos. Rehogamos el contenido de ambas cazuelas, removiendo de vez en cuando, durante 7 minutos más.

Pasado este tiempo, vamos a añadir a la cazuela del nabo y la cebolla, los espárragos blancos y la sal. A la “cazuela verde” le añadiremos la sal y sacaremos 2-3 yemas que reservaremos para decorar. Rehogamos otro minuto más el contenido de ambas cazuelas y ahora añadiremos los ingredientes líquidos. A la cazuela blanca, le vamos a añadir la nata y el agua. A la cazuela verde, le añadiremos el caldo y la miga de pan, y coceremos el contenido de ambas cazuelas durante 3 minutos más.
Ahora, ya tenemos casi todo listo, sólo tendremos que apagar el fuego y triturar con la batidora el contenido de cada cazuela hasta obtener una crema fina de cada una de ellas. Probamos de sazón y corregimos si es necesario.
Pues bien, ya sólo nos queda emplatar. Para conseguir el resultado de la foto, sólo tenemos que poner la crema blanca en nuestra sopera y tras ello, verter la crema verde justo en el centro. Con ayuda de un palillo, “rallaremos” la superficie con él con movimientos radiales desde el centro de la sopera hacia afuera, para conformar los “rayos” del sol. Con este mismo método, podemos hacer los dibujos que queramos. ¡Sólo hace falta practicar! Por último, colocaremos sobre la superficie de la crema las yemas de espárrago verde que habíamos reservado y…

¡a disfrutar del homenaje! Ya me diréis si os gusta.

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