Damos un pequeño salto geográfico desde nuestra última receta (de origen murciano) a la receta que traemos hoy, típica de Castilla La Mancha. Esta receta me la enseño un buen amigo que no ha dudado en traerme de Almansa las preciadas tortas (gazpachos) para que practique y cree nuevas recetas de este plato en casa. No obstante, es un plato que a mí me ha gustado bastante y me ha resultado súper-curioso, con lo que no quería dejar de compartirlo con vosotros. El quid de la cuestión era como lograr que todos pudierais hacerlo sin necesidad de desplazaros a comprar los ingredientes allí… pues bien; ahora puedo decir… ¡reto superado! No os vayáis que os voy a contar como preparar la versión “globalizada” de este clásico manchego. Va por usted Don Antonio!!
Para preparar nuestro gazpacho (en versión individual), vamos a necesitar:
- 2 tortillas de trigo (de las que se usan para los burritos o wraps).
- 65 gr ajetes tiernos (los que nos quedaron tras preparar nuestra Versión del montadito Galatea).
- 90 gr de tomate pera (=1 tomate pera pequeño) también del mismo lote que nos quedó tras preparar el montadito.
- 30 gr de espinacas
- 150ml de caldo pollo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 80 gr de pechuga de pollo
- 1 pizca de sal
Para preparar nuestros gazpachos, lo primero que hemos de hacer es limpiar y pelar los ajetes, cortándolos después en trozos de unos 2,5 cm de largo. Los reservamos en un plato y a continuación troceamos la pechuga de pollo en dados de unos 2cm de lado, reservándolo también. La siguiente tarea, será coger una de las tortas y romperla (con los dedos o con tijeras) en escamas de 1cm de lado aproximadamente, como las que os muestro en esta foto.
Y el último de los preparativos, es coger el tomate pera, lavarlo y rallarlo, dejando el resultado reservado en una taza.
Pues bien, ya tenemos todo listo y a mano. Ahora viene la parte fácil: cocinarlo! Vamos a coger en primer lugar una sartén mediana (una a la que podáis poner una tapa, ya os diré por qué…), donde pondremos a calentar el aceite al 50% de potencia. Cuando esté caliente, añadiremos los ajetes y los saltearemos durante un minuto. Tras ello, añadiremos el pollo, al que habremos añadido una pizca de sal, y salteamos otros dos minutos. A continuación, llega el momento de añadir el tomate rallado a la sartén, que requerirá 5 minutos de cocción para que se evapore el agua. Cuando hayan pasado los 5 minutos, añadiremos las espinacas y taparemos la sartén, ya que las espinacas “saltan” un montón por su elevado contenido en agua. Podéis hacerlo también sin tapa, pero os adelanto que la cocina se os pondrá perdida y… ¡perderéis parte de los ingredientes! Jejejeje. Debemos tener tapada la sartén, tras añadir las espinacas, un minuto, transcurrido el cual añadiremos los trocitos de torta y removeremos, mezclando todo, durante 1 minuto más.
El paso final será añadir el caldo de pollo, ligeramente templado, subir el fuego al 60% y cocinar el conjunto durante 4 minutos más.
En este tiempo, pondremos en un plato llano y grande la otra torta de trigo, que nos va a servir de base y, cuando hayan transcurrido los 4 minutos, volcaremos el conjunto de la cazuela sobre ésta. El emplatado, debería ser parecido al de esta foto que os muestro, no obstante, es difícil que nuestros ingredientes caigan bien repartidos a la primera, así que seguramente habréis de recolocarlos sobre la torta con una cuchara.
Ya tenéis listos vuestros gazpachos! Ahora lo único que hay que hacer para disfrutarlo es ir tomando la mezcla con cuchara o tenedor e irle robando trocitos a la torta de abajo conforme vaya quedándose “libre”, ya que se habrá empapado de la mezcla, recogiendo todo el sabor. Ummmmm. ¡¡Qué ganas de tomarla de nuevo!!
Espero que os animéis a hacerla, que ya veréis cómo la disfrutáis.
¡Besos!