Hoy vamos a meterle mano a las dos pechuguitas de pollo de corral que nos quedaron tras preparar los Nuggets light. La receta en cuestión la incorporé hace años a mi dietario, extraída de una de las revistas que también ha influido en mucho en mi forma de cocinar: Lecturas Especial Cocina. Hoy prepararemos nuestra versión individual del plato, aunque con las cantidades que os doy, casi pueden comer dos… jejeje (salen 8 albóndigas, así que yo me las repartí en dos veces).
Vamos allá con la lista de ingredientes:
- 220 gr de pechuga de pollo, mejor de corral, del mismo lote que usamos para preparar los Nuggets light (yo las hice a continuación, procurad que no pasen más de un par de días…)
- 15 gr de miga de pan candeal
- 1 cucharadita, de las de moka, de jengibre rallado
- 1 cucharadita, de las de moka, de ajo rallado
- 1 cucharadita, de las de moka, de curry de Madrás
- 15 gr de leche (1 cuchara “larga”)
- 1 yema de huevo
- 200 ml de leche de coco
- Sal
- Unos granos de pimienta rosa.
- Harina
- Aceite de oliva abundante.
Para la guarnición:
- 45 gr de arroz basmati
- 75 gr de agua caliente
- 10 gr de mantequilla
- Una pizca de sal
Para preparar nuestro plato, lo primero que haremos será preparar la guarnición: el arroz estilo peruano. Si no os quedó bien cuando lo preparamos con las berenjenas con salsa miso, os voy a dar de nuevo los pasos y el pequeño truco de la mantequilla, para hacerlo más meloso. Lo que haremos será poner la olla sobre el fuego, al 60% de potencia, añadir el arroz, el agua caliente, una pizca de sal y por último la nuez de mantequilla. Tapamos y cocemos por espacio de 10 minutos, tras ello, apagamos el fuego y dejamos reposar, tapado, 10 minutos más.
Mientras el arroz se va cociendo, prepararemos nuestras albóndigas. Trocearemos las pechugas y las introduciremos en el vaso picador de la batidora con el resto de ingredientes (las especias, ajo, leche, la miga de pan, la yema de huevo y una pizca de sal). Picamos ligeramente, para evitar que nos quede una pasta. Cuando tengamos la mezcla picada, le damos la forma de albóndigas (más bien pequeñas), y las pasamos por harina, sacudiéndolas bien después para retirar el exceso.
Ya sólo nos queda la parte más sencilla del plato, necesitaremos encender dos fuegos, al 60% de potencia. En uno de ellos pondremos una cazuela con los 200 ml de leche de coco, un poco de sal y los granos de pimienta rosa, y dejaremos que infusione unos 5 minutos (lo que vamos a tardar en freír las albóndigas). En el otro fuego, como habréis imaginado, pondremos una sartén con abundante aceite de oliva y, cuando esté caliente, iremos friendo en él las albóndigas por tandas, reservándolas en un plato hasta que las tengamos todas. Cuando esto “ocurra” ya habrán pasado los 5 minutos y podremos añadirlas a la cazuela con la leche de coco y dejaremos que se cocine todo junto durante 7 minutos más, hasta que la salsa se espese. Podemos aprovechar el calor residual del fuego de la sartén para templar el arroz, pues en cuanto pasen los 7 minutos ¡ya tendremos listas las albóndigas!
Ahora las emplatamos junto con el arroz y ¡a disfrutar!
Que rico tiene que estar!!
Que pena que esté tan lejos y no lo pueda probar…