Continuamos con nuestra racha carnívora aprovechando nuestro pedacito de redondo de ternera para preparar este fantástico plato. Soy “súper fan” de los pimientos del piquillo, pero siempre solía hacerlos al horno, hasta que un día en una vinoteca de Majadahonda llamada La Abadía, los probé rebozados por primera vez. ¡Qué gusto da cuando te abren los ojos gastronómicamente hacia nuevas posibilidades de recetas! Pues bien, hoy os presento esta creación, recién salida de mi “taller” que os recomiendo que, al igual que en La Abadía, la maridéis con un buen vino.
Vamos allá con los ingredientes (para 6 pimientos):
- 200 gr de redondo de ternera (del que dejamos reservado tras preparar el Vitello Tonato).
- 8 gr de piñones (de los que habíamos empezado para preparar la guarnición de la Perdiz con Mole).
- 65 gr de cebolla, limpia.
- 4 gr de senderillas deshidratadas (si vais a comprar setas deshidratadas, comprad también boletus o ceps deshidratados, que en breve os voy a presentar una receta con esta otra variedad).
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 6 pimientos del piquillo enteros en conserva (si podéis comprar una lata que tenga alguno más, mejor, pues también usaremos los sobrantes para la próxima receta).
- 1 huevo
- Sal
- Pimienta Negra
- Harina
- Aceite extra para freír.
Para preparar nuestra receta, lo primero que debemos hacer es poner a hidratar las setas en una taza pequeña llena de agua tibia. Tras ello, sacaremos los pimientos que vamos a utilizar de la lata y el resto los conservaremos en la nevera con el líquido de la propia conserva. Tras ello, llegará el turno de picar la cebolla y dejarla reservada y, por último, de tostar ligeramente los piñones en una sartén sin nada de aceite y picarlos un poco (cuando ya no quemen, jejejeje). Con todo esto, ya tenemos nuestro “mise en place” y podremos arrancar con la parte “seria” de la receta. ¡Vamos allá!
Pondremos a calentar ahora una sartén pequeña, con las 3 cucharadas de aceite, al 50% de potencia. Cuando el aceite se haya templado, añadiremos la cebolla y rehogaremos durante 7 minutos, removiendo de vez en cuando. Al mismo tiempo, y cuando las setas se hayan hidratado, las escurriremos bien y las picaremos groseramente, para añadirlas a la sartén cuando hayan pasado los 7 minutos que comentábamos. Rehogamos dos minutos más, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos.
Estos minutos los emplearemos para picar la carne. Cortaremos nuestra pieza en tiras finas y luego las meteremos en el accesorio picador de la batidora junto con un poco de sal y pimienta negra recién molida, para terminar de picarla. Cuando la tengamos, la pasamos a un bol y le añadimos el contenido de la sartén y los piñones.
Ya casi tenemos listo el relleno, así que vamos a ir preparando un par de platos para el rebozado. Uno de ellos lo pondremos con un poco de harina y el otro con la clara del huevo y media yema. ¡Media yema! (me diréis) Pues sí, porque justo media yema es lo que necesitamos para añadir a la carne (si la añadimos toda, para esta cantidad de carne, se nos va a licuar demasiado). ¿Cómo hacerlo? Pues separáis la clara de la yema con las manos, dejando la yema en el cuenco de la mano y dejando la clara escurrir entre los dedos y luego “pinchamos” con el pulgar la yema para vaciar la mitad y añadirla a la carne y la otra mitad al plato de la clara, que batiremos para usarlo en el rebozado.
Mezclamos bien el cuenco de la carne con las manos. Nos las lavamos 😉 y pasamos a rellenar los pimientos, apretando suavemente el contenido. Cuando los tengamos rellenos, ponemos una sartén con abundante aceite a calentar, al 60% de potencia. Y mientras el aceite se calienta vamos pasando los pimientos por harina (que lo cubra por todos los lados pero no nos queden “pegotes” y luego por huevo. Nos aseguramos de que el aceite está caliente echando en él un pelín de huevo y, cuando burbujee, es el momento de introducir en él los pimientos. Los freiremos aproximadamente un minuto por cada lado. Los sacaremos a un plato forrado con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y ¡listo!
Os van a encantar!! Y si no, contádmelo 😉
Tiene que estar de vicio!! Yo los he hecho rellenos de calabacin, berenjenas y gambas, y asi, rebozaditos, y salen tambien muy ricos.
Muy buena idea! Me han sobrado un par de ellos, así que puede que los pruebe. Si al final me animo a publicarlos, te pondré como fuente 😉 Un abrazo!!