Curioso nombre, ¿no? Así la bautizamos en mi casa cuando mi madre la hizo por primera vez y es que es otra receta sencilla pero con sabor delicioso. Si me equivoco, admito reclamaciones. Por otro lado, nos sirve además para seguir gastando la lechuga y la cebolla roja que tenemos en la nevera. Por cierto, no os había dicho nada de la lechuga, ¡gran descubrimiento! La lechuga en sí no, pero sí el nuevo formato que conocí en el mercado el otro día. Se trata de lechugas vivas que vienen con su raíz en una especie de macetita, las dejas en la cocina (un sitio donde reciba luz y esté a temperatura ambiente) y la vas regando para que siempre tenga un poco de agua. Así, se mantiene viva e incluso sigue creciendo durante 1-2 semanas, ¡ideal para singles! Pues de otro modo siempre acababa tirándola o aborreciéndola, pues el resto de formatos del mercado son demasiado para uno solo. Así que nada, ya me hecho fan de estas lechugas 😉
Os cuento los ingredientes que necesitamos para una ración de esta ensalada:
- 28 gr de lechuga (de la que habíamos empezado en la ensalada de pollo)
- 10 gr de cebolla roja (de la que empezamos para el wok de pollo agridulce y la pizza barbacoa)
- 7 gr de pepinillos
- 64 gr de surimi (= tres palitos de cangrejo) Podéis comprarlos congelados e ir tirando, pero si son frescos, tened en cuenta que en un par de días gastaremos otros tres.
- 1 huevo
- 37 gr de mahonesa
- Sal
Para cocinar esta ensalada, lo primero que debemos hacer es cocer el huevo. Si estáis siguiendo el ritmo del blog, aprovechar para cocer 2 huevos, que el otro lo usaremos en breve y os aguantará bien incluso fuera de la nevera. Para cocer el huevo, poner un cazo con agua a hervir y añadirle un chorrito de vinagre al agua para evitar que el huevo se vacíe en caso de que se rompa. Cuando el agua empiece a hervir, introducir los huevos con cuidado y cocerlos durante 12 min.
Durante este tiempo, aprovechar para lavar y secar bien la lechuga, cuando esté seca, la cortaremos en bandas de unos 2 cm de ancho. Cortaremos también el pepinillo en lonchas muy finas y picaremos finamente la cebolla. Por último, el surimi lo cortaremos en rodajitas y dispondrmos todos estos ingredientes en una ensaladera.
Cuando haya finalizado el tiempo de cocción de los huevos, retirar el cazo del fuego, vaciarlo y enfriar el que vamos a utilizar metiéndolo en un vaso de agua fría (si tenemos más tiempo, dejarlo enfriar a temperatura ambiente). Una vez frío, pelarlo y cortarlo en gajos no demasiado grandes, añadiéndolos después a la ensaladera donde teníamos el resto de ingredientes. Añadimos sal al gusto y por último la mahonesa. Mezclamos bien con ayuda de una cuchara y ¡lista para tomar! Podéis servirla en esa misma ensaladera o en otro platito limpio, que puede que con el mezclado se nos haya quedado poco presentable. ¡Espero que os guste!
No he visto nunca las lechugas en macetitas a la venta. ¡Qué buena idea! Estaré atenta.
Están geniales Iasakka. Son casi como un ramo de flores, pues la maceta va sin tierra. Muy curioso y genial para aprovecharla al máximo. Además salen muy ricas!! Yo las he visto en Alcampo, pero seguro que las tienes en más sitios de ese estilo.
Doy fe de que una receta tan sencilla tiene un sabor tan rico que te hace desear echarte otra cucharadita más. Esta tarde voy a repetir la crema de calabaza y a probar como me sale la pasta al pesto rosso. Deseame suerte¡¡
Qué animada te veo con el blog!! Me encanta!! Recuerda ser precisa con las cantidades, que sino no sabrá igual 😉