Hoy volvemos a darle uso a uno de mis instrumentos favoritos a la hora de cocinar: el wok. ¿Los motivos? Sobre todo la rapidez, limpieza y la posibilidad de cocinar alimentos sin apenas aceite, fenomenal para cuidarse!! Con él, empezamos hoy un lote de recetas basadas en ingredientes “nuevos”: el pollo (compré una pechuga grande entera) y las naranjas de zumo (compré 5 para los desayunos y estas recetas). Por eso no veréis nuestras tradicionales “negritas” que nos destacan los ingredientes que vienen de otras recetas; pero bueno, alguna vez también hay que ir a la compra ¿no? Espero que este lote de recetas enlazadas os gusten, vamos a por los ingredientes de la primera.
Para preparar cada ración del wok de pollo necesitaréis:
- 170 gr de pechuga de pollo entera (es más o menos la mitad de la pechuga entera que compré, el resto lo usaremos enseguida).
- 60 gr de cebolla roja
- 100ml de zumo de naranja
- 50 ml de salsa de soja
- 1 cucharada colmada de azúcar blanco
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 50 gr de arroz para ensaladas
Lo primero que vamos a hacer es poner un cazo con agua y sal sobre el fuego, que llevaremos a ebullición y, en cuanto empiece a hervir, le añadiremos el arroz. Tardará en estar listo, según indica el fabricante en el paquete, 20 min, justo el tiempo que necesitamos para preparar el resto.
Mientras el agua hierve, aprovechamos para cortar la cebolla roja en tiras finas y el pollo en tacos de 2x2cm. Reservamos ambas cosas y aprovechamos también para hacer el zumo. Cuando tengamos todo preparado, podremos ya empezar el salteado. Pondremos el wok sobre el fuego al 80% de potencia y, cuando se haya calentado, añadiremos las 3 cucharadas de aceite y la cebolla, salteándola durante 2 minutos. Después, añadiremos los tacos de pollo sin sazonar, pues la salsa de soja ya le dará sabor al plato y seguimos salteando, sin dejar de remover, durante 1 minuto. Llegado este punto, añladiremos ahora el zumo, la salsa de soja y el azúcar y seguiremos salteando, removiendo a menudo, durante 4 minutos o hasta que la salsa del wok se haya espesado. Apagamos el fuego, dejamos el wok tal y como está para que se mantenga caliente con el calor residual hasta el momento de servir, y aprovechamos para escurrir bien el arroz (pero sin enfriarlo). Servimos el plato con un poco de pollo y otro poquito de arroz y ¡¡a disfrutar!!
La hemos hecho para cenar y sale riquísima, todo un descubrimiento! gracias por compartir Ana!!