Cuando mi hermana probó esta receta en mi casa, me dijo: “Ana, ¡¡pero si es la mejor pasta que he probado en la vida!!” e incluso me recomendó no compartirla en el blog para guardar esta delicia en secreto… Pero ¡qué demonios! Esta receta es clave para nuestra misión de encadenar nuestras recetas; pues aprovecharemos la última zanahoria, las hojas de albahaca que habíamos empezado con el flan y el queso parmesano que empezamos también en esta receta. Así que espero que disfrutéis muchísimo con esta receta y homenajeéis con ella a vuestros seres más queridos y, eso sí, si os preguntan de dónde habéis sacado esta receta… decidles que del blog: antesquecaduque!!
Os comento directamente los ingredientes que vais a necesitar, en este caso, para preparar salsa para 6 raciones. Si no vais a gastar toda de una sóla vez, podéis congelar en botecitos el resto de la salsa sobrante en raciones individuales (4 cucharadas) e ir descongelando según las vayáis necesitando:
- 110 gr de zanahoria (la última que nos quedaba después de las albóndigas de Fuengirola, el arroz tres delicias, la ensaladilla rusa y la pepitoria de piñones).
- 2 bolsas de albahaca (menos las 5 hojas que usamos para el flan de guisantes).
- 2 dientes de ajo pequeños
- 70 gr de anacardos tostados
- 50 gr de pimiento morrón (lo que nos sobró tras preparar la ensaladilla rusa)
- 1 botecito (170 gr) de tomate doble concentrado (lo encontraréis fácilmente en Mercadona)
- 40 gr de parmesano (del que nos sobró tras la salsa rápida de queso del flan)
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 10 mitades de tomates secos en aceite, bien escurridos (de los que teníamos en la nevera tras la ensalada templada).
- 70 gr de pasta, de la mejor calidad que encontréis. Yo usé estos espaguetti rizados.
- Sal
Lo primero que tenéis que hacer es poner una cazuela con agua a hervir, y mientras se calienta el agua pelar la zanahoria, cortarla en cubitos y cocerla, cuando el agua hierva, durante 10 minutos. Cuando haya pasado este tiempo, retiramos del fuego y escurrimos la zanahoria.
Ahora, podemos ir preparando una olla más grande con abundante agua y algo de sal para cocer la pasta. No le echéis en este caso aceite, pues sellaría los poros de la pasta y los necesitamos para que la salsa impregne bien.
Mientras el agua empieza a hervir, metemos la zanahoria y el resto de ingredientes en el accesorio picador de la batidora y trituramos hasta que quede una pasta homogénea. Probamos de sazón y corregimos si es necesario.
Para este momento ya estará hirviendo el agua y podremos echar la pasta, nos interesa que quede al dente, así que leed las instrucciones del paquete para calcular el tiempo que debe estar hirviendo para coger este punto. Cuando lo tengamos, apagamos el fuego, escurrimos muy bien la pasta en un escurridor y la servimos en un plato, con 4 cucharadas de la salsa por encima.
¡¡Qué la disfrutéis!!