Sin duda yo sí que me enamoré de este plato al probarlo en Mel´s… tanto es así que creo que nunca he probado otra cosa en este restaurante… jejeje. Pues bien, aprovechando que teníamos rúcula en la nevera, me he decidido a imitarlo en una versión rápida apta para nuestra misión (no tardar mucho más en prepararlo que en comerlo). Otro día aprenderemos a hacer roast beef, o rosbif, según prefiráis; pero hoy no es ese día.
Incluimos, por tanto, otro plato nuevo en la categoría “versionando platos de la calle” en los que me aventuro, guiada por mis ligeras nociones de cata y mi experiencia como cocinillas, a intentar repetir en casa platos que me apasionaron cuando los probé en la calle. Unas veces me acercaré más y otras me acercaré menos, pero espero que en cualquier caso os resulten interesantes.
Sin enrollarme más, os cuento lo que vais a necesitar para este sándwich:
- 10 gr de mostaza antigua (tendremos en la nevera de la que usamos para la hamburguesa)
- 1 gr de miel, que es más o menos una cucharadita de las de moka (también tendremos de la misma receta, que usamos para caramelizar la cebolla).
- 5 gr de mahonesa (que tenemos abierta después del sándwich de bacon y huevo).
- 2 rebanadas de pan de molde.
- 30 gr de tomate fresco (no lo pongo en negrita, porque esta vez yo he tenido que comprarlo a propósito)
- 100 gr de filetes de ternera finos (yo compré una bandeja de 200gr, que el resto los usaremos mañana).
- Margarina.
- 1 cucharadita de agua.
Para prepararlo, en un botecito de cristal ponemos la mostaza, la miel y la cucharadita de agua. Calentamos 10 segundos al microondas y luego cerramos el bote y lo agitamos bien cual coctelera, para que se mezclen bien los ingredientes. Abrimos el bote, echamos la mahonesa y repetimos la “operación coctelera” hasta tener bien integrada la salsa. Reservamos.
Cortamos el tomate en rodajas, salamos y reservamos también.
Untamos con margarina sólo una de las caras de cada rebanada de pan de molde y reservamos.
Ponemos los filetes entre dos láminas grandes de papel de aluminio y les pasamos por encima el rodillo (nos valdrá también una botella de vidrio vacía) hasta que queden bien finos. Ponemos una sartén grande a calentar sin aceite, al 70% de potencia. Cuando esté bien caliente ponemos en ella los filetes y los hacemos 10 segundos por cada lado. Los sacamos del fuego, los sazonamos y los introducimos en el pan de molde, dejando los lados untados con margarina hacia afuera.
Ponemos el sándwich en la sartén (que habremos limpiado de los restos de la carne y vuelto a poner al fuego) y doramos el pan por ambos lados. Cuando esté listo, lo pondremos en el plato y le introducimos las rodajas de tomate, la rúcula y regamos ligeramente con la salsa del botecito (seguramente os sobre un poco). Lo cortamos (o no) y ¡¡a comer!!
¡Buen provecho!