Aquí tenemos otra receta refrescante para cuidarnos después de los excesos que hayamos podido cometer durante el fin de semana. En este caso aprovecharemos los últimos huevos que nos quedaban de la media docena que compramos inicialmente (tendréis que apuntar para comprar, pues en próximas recetas volveremos a usarlos. Para este plato necesitaremos:
- 2 huevos cocidos (los que nos sobraron de las recetas 1 y 3 los cocimos antes de que caducaran para poder aprovecharlos durante una semana más. Para ello, tenerlos 12 minutos en agua hirviendo con un poco de vinagre para que, si se rompen, no se vacíe demasiado el contenido).
- Unas hojitas de escarola, para decorar (si es que os sobraron de la ensalada ibérica y de la “depur”).
- 10 gr de cebolla roja (de la que teníamos “filmada” en la nevera, tras la ensalada de pimientos asados)
- 60 gr de atún en aceite (pesarlo después de escurrirlo)
- 8 gr de pepinillos especiados (Meter el bote en la nevera una vez abierto, que lo iremos gastando…)
- 30 gr de tomate frito (lo que nos sobre, congelarlo que aún tardaremos unos días en aprovecharlo)
- 4 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de vinagre de Jerez
- 1 cucharadita pequeña (de las de moka o café) de azúcar blanco
- Sal
Cortar la cebolla en juliana bien finita (casi que se transparente) y ponerla en una tacita con una mezcla que habremos preparado con las 4 cucharadas de agua, las dos de vinagre de Jerez y la cucharadita de azúcar. Tenerla macerando en esta mezcla un mínimo de 30 minutos.
Pelar los huevos cocidos y partirlos por la mitad, sacarles las yemas a todos y disponerlas en el vaso de la batidora (podemos reservar media para la decoración, en la nota os lo explico). En el vaso de la batidora pondremos también el atún escurrido, el tomate frito, los pepinillos, una pizquita de sal (ojo el atún, el tomate y los pepinillos ya pueden contener sal, así que ser prudentes) y la cebolla roja que habremos sacado de la tacita y escurrido muy-muy bien.
Batir todo con la batidora para formar una pasta. Probar y corregir de sal si es necesario. Con esta pasta rellenaremos los huevos más o menos artísticamente, jejeje (yo usé la manga pastelera por ejemplo, pero, cuando es para uno mismo; uno mismo decide).
Servirlos acompañados de unas hojitas de escarola.
Nota: Para decorar, si queremos “darnos un homenaje” y hemos reservado parte de la yema del huevo cocida; pondremos la yema en el interior de un colador y la presionaremos de manera que, por debajo del colador, nos vaya saliendo un “polvo” de yema con el que espolvorear por encima los huevos.